Este miércoles, los mercados financieros internacionales se despertaron con la noticia de la intervención conjunta de seis de los grandes organismos reguladores del planeta. El Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Canadá, el Banco de Inglaterra (BoE), el Banco de Japón (BoJ), la Reserva Federal de EEUU y el Banco Nacional de Suiza han anunciado una serie de medidas coordinadas para garantizar el suministro de liquidez al sistema financiero global. En concreto, las seis entidades acordaron rebajar en medio punto porcentual el coste de sus actuales líneas de intercambio (swap) de liquidez en dólares, por lo que el nuevo precio, aplicable desde el 5 de diciembre, será el de la tasa del indicador de urgencia de swap del dólar (OIS por sus siglas en inglés) más 50 puntos básicos.
Con este movimiento, los bancos centrales explicaron que pretendían "aliviar las tensiones en los mercados financieros y mitigar sus efectos en el suministro de crédito a los hogares y empresas, así como fomentar la actividad económica". Asimismo, las entidades precisaron que estas acciones coordinadas mejorarán su capacidad de proporcionar liquidez al sistema financiero global.
Desde que se conoció la noticia, se han sucedido los rumores sobre los motivos que habrían provocado la decisión. La versión más polémica la ha ofrecido un blog de Forbes, que ha asegurado que en la noche del martes al miércoles hubo un gran banco europeo que vivió enormes dificultades que lo llevaron al borde de la bancarrota. En los despachos de los hombres más poderosos del sistema financiero se presentó de nuevo el fantasma de Lehman Brothers, pero esta vez en el Viejo Continente. Y esa es la razón por la que, supuestamente, habría tomado una decisión tan sorprendente. Este rumor ha sido muy comentado desde que se publicó. Financial Times, por ejemplo, ha negado completamente su veracidad y ha retado a su autor a dar el nombre de la entidad financiera que caminó, supuestamente, al borde del abismo hace apenas unas horas.
Otras interpretaciones sugieren que el acuerdo es un balón de oxígeno que los bancos centrales del resto del mundo (especialmente la FED) entregan a las autoridades europeas para que puedan discutir con algo más de tranquilidad el futuro del euro. La cumbre del Consejo Europeo prevista para el próximo 9 de diciembre es vista como una situación límite dentro de la Eurozona. En los ambientes político-financieros del Viejo Continente se cree que puede ser la última oportunidad para salvar el proyecto común tal y como está diseñado en estos momentos.
Los Gobiernos europeos deben pactar un marco general de actuación que incluya las sanciones a los países que incumplan, el grado de pérdida de soberanía en beneficio de la UE, las normas de obligado cumplimiento para cada país y también la forma en que se ayudará a los países en problemas. De esta manera, la inyección de liquidez acordada este miércoles serviría para otorgar estos diez días de margen.
Incluso, se habla de que este lunes ya se filtró la noticia por parte de la FED, para evitar el colapso en los mercados y animar a los inversores. Viendo cómo se han sucedido las subidas en las bolsas en los últimos días, muchos rumores apuntan a que los bancos centrales dejaron caer pistas sobre una noticia que sólo se conoció oficialmente a primera hora del miércoles.
Lo que sí debe quedar claro es que el acuerdo no cambia la situación de fondo de las entidades. Aquellas que tengan unas cuentas poco sostenibles siguen igual que hace una semana y sus necesidades de capitalización se mantienen. En el corto plazo, tendrán algo más fácil el acceso a los mercados, pero a medio plazo sus problemas siguen siendo igual de graves.
En cualquier caso, lo cierto es que las bolsas de toda Europa han celebrado con alborozo la noticia y subían con fuerza a lo largo de toda la jornada. En España, el Ibex ha superado por momentos el 4% y la prima de riesgo ha caído por debajo de los 400 puntos por primera vez en quince días. El problema es que esta euforia puede estar escondiendo un problema muy grave. Si estos seis bancos centrales han tomado esta medida, aunque los efectos a corto plazo sean tan positivos, puede ser porque la enfermedad del paciente sea tan grave que nada, excepto algo completamente excepcional vaya a poder salvarle.
El siguiente gráfico muestra las diferencias entre el mercado de futuros en EEUU y el índice Context, que intenta agregar los riesgos globales en un sólo indicador. Normalmente, van uno y otro índice van muy unidos, sin embargo, el lunes se produjo una significativa desviación que muchos asocian a la filtración de la intervención de los bancos centrales.