Cualquiera que analice la cuestión con frialdad, se dará cuenta de que hay miles de fórmulas que ofrecen soluciones mejores que las actuales para los pacientes, los alumnos, los médicos y los profesores.
Amagi24 dijo el día 1 de Diciembre de 2011 a las 17:34:
Si la sanidad o la educación son derechos solo para “intervencionistas liberticidas” ¿por qué se reconoce como tal en la Constitución, la Carta Social Europea, el Pacto Internacional de Derechos Sociales, la Declaración Universal de Derechos Humanos o la Convención de Derechos del Niño? Si la realidad fuese teoría estaría en la de Friedman (eso sí, el hijo) pero no es así: el 88% de los españoles están en contra de los recortes sociales para reducir el déficit (CIS).
A diferencia de Smith o Stuart Mill, Friedman se opone al Estado educador y reduce la libertad a la elección, bastaría con la ausencia de interferencias de terceros, de coerción. En este economicismo (neomarxista) en el que el “mercado” del cuidado de nuestros hijos se equipara al mercado de coches el ser humano sería un individuo aislado, autoposesivo, sin dimensión familiar o social más allá del utilitarismo. En “Libertad de elegir” considera que la baja calidad educativa se debe a que es obligatoria y pública y propone la desnacionalización de las escuelas mediante un sistema de vales. Aquí hay similares soluciones: exenciones fiscales para seguros privados y copago (impuesto sobre la enfermedad), es decir, subsidiar públicamente a las aseguradoras y “repagar” lo que ya financiamos con los impuestos. ¿No hay nada mejor entre “las miles de fórmulas que ofrecen soluciones mejores que las actuales para los pacientes, los alumnos, los médicos y los profesores”?
No todo lo público se rige por el lucro ni es es per se más ineficiente; ¿quién investigaría sobre enfermedades raras? ¿cuántas empresas seguirían invirtiendo en I+D+i? No todas las privatizaciones reducen tarifas, aumentan la competencia o tienen un efecto social neutro; privatizar empresas con beneficios (Telefónica, Repsol, Argentaria, Tabacalera, Endesa, etc.) o a precio negativo (es decir, pagando) para otorgárselo a multinacionales extranjeras (Seat) es dudoso, cuando no un robo como el caso (fallido) de Loterias. Sin medidas liberalizadoras, transparencia y ausencia de oligopolios las privatizaciones son poco más que transferencias de propiedad.
Saludos.
et_rusk dijo el día 1 de Diciembre de 2011 a las 12:06:
Si la sanidad o la educación son derechos solo para “intervencionistas liberticidas” ¿por qué se reconoce como tal en la Constitución, la Carta Social Europea, el Pacto Internacional de Derechos Sociales, la Declaración Universal de Derechos Humanos o la Convención de Derechos del Niño? Si la realidad fuese teoría estaría en la de Friedman (eso sí, el hijo) pero no es así: el 88% de los españoles están en contra de los recortes sociales para reducir el déficit (CIS).
A diferencia de Smith o Stuart Mill, Friedman se opone al Estado educador y reduce la libertad a la elección, bastaría con la ausencia de interferencias de terceros, de coerción. En este economicismo (neomarxista) en el que el “mercado” del cuidado de nuestros hijos se equipara al mercado de coches el ser humano sería un individuo aislado, autoposesivo, sin dimensión familiar o social más allá del utilitarismo. En “Libertad de elegir” considera que la baja calidad educativa se debe a que es obligatoria y pública y propone la desnacionalización de las escuelas mediante un sistema de vales. Aquí hay similares soluciones: exenciones fiscales para seguros privados y copago (impuesto sobre la enfermedad), es decir, subsidiar públicamente a las aseguradoras y “repagar” lo que ya financiamos con los impuestos. ¿No hay nada mejor entre “las miles de fórmulas que ofrecen soluciones mejores que las actuales para los pacientes, los alumnos, los médicos y los profesores”?
No todo lo público se rige por el lucro ni es es per se más ineficiente; ¿quién investigaría sobre enfermedades raras? ¿cuántas empresas seguirían invirtiendo en I+D+i? No todas las privatizaciones reducen tarifas, aumentan la competencia o tienen un efecto social neutro; privatizar empresas con beneficios (Telefónica, Repsol, Argentaria, Tabacalera, Endesa, etc.) o a precio negativo (es decir, pagando) para otorgárselo a multinacionales extranjeras (Seat) es dudoso, cuando no un robo como el caso (fallido) de Loterias. Sin medidas liberalizadoras, transparencia y ausencia de oligopolios las privatizaciones son poco más que transferencias de propiedad.
Saludos.