Este lunes varios cientos de comerciantes chinos se concentraron ante el Ayuntamiento de Madrid, en la que fue la primera movilización de este colectivo en España, para pedir que se les conceda la denominada "segunda licencia", que permite vender alcohol, y no sean "discriminados" con respecto a otros vendedores.
La Asociación de Comerciantes de origen chino de España fue la encargada de convocar esta concentración ante el Consistorio, en la que participaron unas cuatrocientas personas según los organizadores y menos de trescientas según fuentes policiales. Un acto que representa la indignación de este cada vez más amplio colectivo que, tras muchos meses de negociaciones y reuniones con el Ayuntamiento de Madrid, decidieron salir a la calle a pedir que se les trate como al resto de empresarios.
"Irregularidad política, gravísima y a conciencia"
En declaraciones a Libre Mercado, el presidente de la Federación de Empresarios de Madrid (FEDECAM), Alfonso Tezanos, ha expuesto su descontento ante el trato discriminatorio que reciben los comerciantes chinos por la negativa reiterada de la venta de alcohol en las superficies que regentan.
"Cuando los chinos solicitan con todo tu derecho esta segunda licencia, principalmente para poder vender cerveza y vino, la Junta Municipal lo que hace básicamente es no contestar, ni siquiera les dan una respuesta y así año tras año", explica Tezanos. Lo que pide el colectivo es poder vender alcohol como todos los distribuidores de alimentos, "en la normativa no se regula específicamente quién puede vender o no. El presidente de la Junta Municipal, de forma discrecional, es el que decide dar o no la licencia", asegura .
Desde FEDECAM no defienden a los chinos que puedan estar cometiendo irregularidades, pero se quejan de la discriminación de estos establecimientos ante los centros denominados "de conveniencia" en los cuales se puede vender alcohol todo el día (también a partir de las 22:00 horas) y tabaco.
La única explicación con la que el Consistorio justifica la negativa a una segunda licencia a este colectivo es, según Tezanos, "que lo están intentando, pero es difícil porque lo que no quieren es que se haga botellón en la calle. Esto me parece un insulto, decir que hay botellón por los chinos". Para el presidente de FEDECAM, éstos son criterios "estúpidos que cada vez molestan más a las personas".
Lo que piden los chinos es, simplemente, su derecho, lo que tienen el resto de comercios como Opencor o Vips. Tezanos tacha la gestión de Gallardón como "irregularidad política gravísima y a conciencia". Critica que se presuma en Madrid de políticas liberales y no dejen a los empresarios andar solos. "Si no quieren comercios chinos que lo digan, que se atrevan a decirlo, esto es una ley seca encubierta para los chinos".
"Pago mis impuestos, quiero una segunda licencia"
Estas peticiones se podían leer el pasado lunes en las pancartas portadas por los ciudadanos chinos durante la manifestación ante el Consistorio. El presidente de la Asociación de Chinos en España, Pedro Zhang, ha denunciado en declaraciones a Libre Mercado que ellos pagan sus impuestos como el resto, y que "desde 2003 hasta hoy no conceden la segunda licencia que piden para poder vender alcohol mientras que las tiendas Open 24, Opencor o gasolineras sí pueden".
Desde la asociación sólo piden "el cumplimiento de la ley para todos sin discriminación". La situación cada vez es más complicada para estos comerciantes chinos, ya que las multas van desde 30.000 euros a 600.000 euros. "Con que un chaval, incluso borracho, diga a un policía que ha comprado alcohol en el chino, el policía levanta un acta y la multa es de 30.000 euros", añade el presidente de FEDECAM.
Pese al gran espíritu de trabajo chino y su capacidad para reinventarse si un negocio sale mal, la prohibición de vender alcohol y "las injustas y millonarias sanciones" están diezmando el negocio de muchos de estos comerciantes. Zhang asegura que son cada vez más las familias chinas que tienen problemas: "No pueden hacer frente a las cuantiosas multas y cada vez más tiendas cierran en Madrid".
El presidente de la Asociación de Chinos en España (ACHE), Chen Shengli, se suma a las quejas de sus compatriotas. Declara que "las tiendas de alimentación de la zona centro de Madrid han recibido demasiadas sanciones, de entre 30.000 y 120.000 euros. Es una exageración. Cualquiera puede decir a la policía que han vendido a menores de 18 años, pero muchas veces es mentira, los compran sus hermanos mayores de edad y los comerciantes no pueden hacer nada", asegura.
Dejan la puerta abierta a futuras manifestaciones
La del pasado lunes, previsiblemente, no va a se la última protesta que protagonice el sector a las puertas del Ayuntamiento de Madrid. Pedro Zhang asegura que tras la solicitud del lunes para que les concedan la segunda licencia con la que poder vender alcohol como cualquier otro establecimiento esperan que se resuelva la situación. Si la Junta Municipal continúa sin dar respuesta a sus peticiones "volveremos a manifestarnos y no sólo los chinos, sino los proveedores de cerveza y de bebidas que comprenden nuestra situación".