Mariano Rajoy ya sabía antes de las elecciones que la economía española no le iba a ofrecer ni un solo segundo de respiro. Sin embargo, si pensaba que quizás su elección como presidente de Gobierno podía calmar algo la tensa situación que se vive en los mercados de deuda, este lunes ha debido llevarse un baño de realidad.
Tanto el Ibex 35 como la prima de riesgo española han sufrido en esta jornada postelectoral un nuevo deterioro de su situación. Según ha anunciado esta misma tarde María Dolores de Cospedal, el nuevo presidente tiene previsto formar su gabinete para antes de Nochebuena. Queda más de un mes para esa fecha y la duda es cómo evolucionarán las variables económicas hasta entonces.
El principal indicador de la bolsa española ha caído este lunes un 3,48% lo que le ha dejado al borde de perder la frontera psicológica de los 8.000 puntos. Es cierto que este comportamiento no ha sido muy diferente del que han mostrado el resto de los mercados europeos (con todos los grandes perdiendo por encima del 2%), pero no lo es menos que en este sentido podría decirse que los resultados electorales no han marcado ninguna diferencia en la tendencia de los últimos días. Por su parte, la prima de riesgo española ha subido 23 puntos básicos, de 441 a 464 puntos, pasando la rentabilidad al 6,55% frente al 6,38% con el que cerró el viernes.
Ante esta situación, parece haber una coincidencia generalizada en que sería positivo que Rajoy despejase cuanto antes las dudas que existen sobre lo que piensa hacer en el área económica. Las tres preguntas clave tienen que ver con las primeras medidas que tomará, con su actitud ante los líderes europeos y acerca de las personas que formarán su equipo. ¿Podrá aguantar el nuevo presidente sin responderlas hasta el 24 de diciembre?
¿Cuáles serán las primeras medidas de Rajoy?
Sin duda, ésta es la pregunta más importante, puesto que dejará bien a las claras la actitud del nuevo Gobierno y su valentía a la hora de acometer las reformas necesarias. Los inversores tienen la vista puesta especialmente en tres aspectos: el gasto público y la reforma del mercado laboral.
En relación con las cuentas de las administraciones, Rajoy ya ha declarado que su primera ley será la que desarrolle el artículo 135 de la Constitución, que fue modificado hace unas semanas tras un pacto entre PP y PSOE. Entonces, los dos principales partidos se pusieron de acuerdo para incluir en la Carta Magna una mención sobre el límite de déficit público en el que podría incurrirse. El texto acordado dejaba abiertas algunas puertas que el PP pretende cerrar a través de una ley similar a la de Estabilidad Presupuestaria que aprobó el Ejecutivo de José María Aznar.
Si saca adelante un texto claro y contundente contra los números rojos de las administraciones (incluyendo también a las autonomías), como parece que hará, el nuevo Gobierno mandará un mensaje claro de que quiere acabar con la incertidumbre que ha vivido la deuda pública española en las últimas fechas. De esta manera, la intención del equipo del PP sería cortar de raíz las dudas sobre la capacidad de España para hacer frente a sus compromisos.
Junto a estas medidas, existen otras dos cuestiones mucho más peliagudas desde el punto de vista político, pero que podrían tener más importancia a medio plazo: la reforma laboral y la del sistema financiero. Con la primera, es casi seguro que se producirá un enfrentamiento con los sindicatos. El secretario de Economía y Empleo, Álvaro Nadal, ha dejado claro este mismo lunes que el Gobierno hará "lo que tenga que hacer", sin importarle demasiado la reacción de las centrales. Los dos puntos clave (contrato único y reforma de la negociación colectiva) son las líneas rojas que UGT y CCOO han marcado siempre como intocables so pena de provocar conflictividad social.
En el aspecto financiero, Rajoy tendrá que acometer la reforma del sector cuanto antes, para intentar que el crédito vuelva a fluir a la economía española. En esta cuestión, se enfrentará a la casi segura oposición del PSOE que, como ha repetido en la campaña, denunciará cualquier intento de rescate público de las entidades. Rajoy intentará que el dinero para ayudar a los bancos llegue desde Bruselas, a través del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera.
¿Qué pasará en la UE?
El período de transición se puede hacer muy largo para Mariano Rajoy, especialmente si los acontecimientos se precipitan en Europa. Este mismo lunes, ha saltado la noticia de que Angela Merkel, por primera vez, ha aceptado estudiar la propuesta de eurobonos que defiende la Comisión Europea.
Evidentemente, esto no quiere decir que vaya a aprobarse de un día para otro, pero sí que podría ultimarse una solución para la cumbre del Consejo Europeo del próximo 9 de diciembre. A esta reunión, Rajoy acudirá simplemente como presidente electo, pero la representación oficial de España la ostentará José Luis Rodríguez Zapatero.
La discusión sobre los eurobonos es capital, porque en ella confluyen también cuestiones de soberanía. Alemania sólo admitirá avalar la deuda de otros países (sea cual sea la herramienta) si a cambio la UE adquiere unas normas de gobernanza común mucho más estrictas. Es decir, Merkel sólo responderá por España, Italia o Grecia si tiene el control sobre la política económica de estos tres países. No parece normal que el peso de esta discusión lo lleve un gobierno en funciones.
¿Quién formará el equipo económico de Rajoy?
La tercera gran pregunta que flota sobre el nuevo presidente tiene que ver con el equipo que se hará cargo del área económica de su Gobierno. Rajoy ya ha declarado que su ministro de Exteriores tendrá un fuerte perfil económico, por lo que se espera que haya dos nombramientos de mucho calado, tanto para esta cartera como para la que ahora ocupa Elena Salgado. Suenan muchos nombres en los últimos días. Básicamente podríamos dividirlos en dos grupos: el de los fieles a Rajoy y el de los fichajes estrella, con dos outsider de peso en el partido (con información de Pablo Montesinos).
Los fieles que más suenan para alguna de las carteras económicas son Cristóbal Montoro, Miguel Arias Cañete y Elvira Rodríguez. Los dos primeros permanecieron al lado de Rajoy en los momentos más duros y muchos dan por hecho que esta actitud les hará merecedores de un ministerio, aunque quizás para Economía o Exteriores se busque a alguien de más impacto de cara a la opinión pública. Elvira Rodríguez aparece en muchas quinielas de los últimos días. Seria, buena trabajadora y bien considerada por Rajoy, tiene a su favor que no tiene enemigos dentro del partido, es mujer y goza del apoyo del PP madrileño.
Entre los fichajes estrella de los que se ha hablado en las últimas semanas destacan:
- Luis de Guindos: antiguo secretario de Estado y bien considerado en el mundo financiero. Algunos lo dan como seguro desde hace meses, pero quizás estar en boca de todos pueda haberle perjudicado.
- Jaime Caruana: ex gobernador del Banco de España y actual director general del Banco Internacional de Pagos. Poco conocido por el gran público, es quizás el español más influyente en estos momentos en la economía mundial.
- José Manuel González-Páramo: actualmente es miembro del Comité Ejecutivo del BCE. ¿Quién mejor para tratar con Merkel y Draghi que alguien que conoce de primera mano el funcionamiento del organismo regulador europeo?
- Pablo Isla: el presidente de Inditex desde el pasado mes de julio empieza a sonar como una sorpresa con un gran impacto mediático. Desde luego, Rajoy se apuntaría un gran tanto si consiguiese que el sucesor de Amancio Ortega dejase la empresa más exitosa de las últimas décadas por una pura cuestión de patriotismo (está claro que en el Gobierno cobrará menos que dirigiendo Zara).
- Manuel Pizarro: recuperar al que fue número dos de su lista en 2008 sería un auténtico golpe de efecto de Rajoy. Está bien considerado en el mundo económico, goza del favor de las bases del partido y su figura ha crecido en los últimos años, como el hombre que predijo lo que iba a pasar en el famoso debate que perdió con Pedro Solbes.
- Lorenzo Amor: el presidente de ATA (la federación de trabajadores autónomos) ha sido el último en sumarse a la lista. Ha participado en algunos de los actos del PP y sería un buen elemento de enganche con los empresarios.
Las dos grandes sorpresas, aunque se habla más de ellas en los medios de comunicación que en la calle Génova, podrían ser Esperanza Aguirre y Rodrigo Rato. Nadie dentro del partido parece confiar mucho en sus opciones, pero para ese puesto de ministro de Exteriores con amplios conocimientos económicos y mucho peso político sus perfiles encajarían como un guante.
Las fechas clave
Hay tres fechas clave en las semanas que quedan antes de la investidura.
- 22 de noviembre. El Tesoro tiene prevista una subasta de Letras a tres y seis meses.
- 9 de diciembre. Cumbre Europea.
- 1 de diciembre. El Tesoro realizará una subasta de bonos a largo plazo (3 y 5 años).