El Gobierno británico anunció este jueves la venta del banco Northern Rock, nacionalizado durante la crisis de 2008, a Virgin Money, propiedad del empresario Richard Branson, por al menos 747 millones de libras (873 millones de euros).
Además de esa cantidad, que se pagará en metálico, existe la opción de obtener hasta mil millones de libras, por debajo de los 1.400 millones de libras (1.635 millones de euros) que se estima que el Estado ha inyectado en la entidad, según un comunicado del Tesoro. El ministro de Economía, George Osborne, aseguró hoy que "este acuerdo era el mejor para el contribuyente". Tras su rescate, el Tesoro dividió el banco en dos, Northern Rock plc. y Northern Rock (Asset Management), donde se depositó la deuda tóxica.
Virgin Money adquiere Northern Rock plc, la parte "saneada" del banco, mientras el Estado conserva "el banco malo". La compañía de Branson, que ya intentó adquirir la entidad en 2007 antes de que fuera rescatada, se ha comprometido a no aplicar despidos en tres años y a mantener la sede en Newcastle (noreste de Inglaterra).
"La venta de Northern Rock a Virgin Money es un importante primer paso para sacar al contribuyente británico del negocio de poseer bancos", declaró Orborne.
"Es un buen precio, aumentará la competitividad en banca comercial para los clientes y protegerá empleos en el noreste de Inglaterra", subrayó el ministro, quien aseguró que había consultado a asesores externos antes de aprobar la venta.
Por otra parte, indicó que el Gobierno no tiene intención de vender Northern Rock (Asset Management), el banco "malo", que aún debe al Estado 21.000 millones de libras (25.000 millones de euros) que fueron inyectadas en el viejo Northern Rock cuando fue rescatado. Se espera que la transacción para vender Northern Rpck plc se complete el 1 de enero de 2012.
Cuando fue nacionalizado en 2008 por su exposición a hipotecas basura, Northern Rock se convirtió en el primer banco en pasar a propiedad estatal en 150 años en el Reino Unido. Osborne ya había anunciado en junio su intención de trasladar la entidad nacionalizada al sector privado para "restaurar su reputación".