Al oír el término Bussiness Angels muchos pensarán que se trata de una especie de "rescatadores de los negocios", y aunque ésa no es su función exacta, se asemeja bastante a la realidad. Los Business Angels son inversores privados que aportan su capital y su experiencia a nuevas iniciativas empresariales a cambio de obtener una plusvalía a medio plazo.
Uno de los principales obstáculos de este tipo de negocio es la escasez de comunicación entre inversores y emprendedores. Por un lado, está el desconocimiento de los nuevos empresarios sobre esta forma de financiarse (hay que decir que es la base de la economía estadounidense) y, por otro, están las dificultades de los Business Angels para encontrar la operación que mejor se adapte a sus necesidades.
Es, precisamente, para logar un acercamiento entre ambos, por lo que se crean las redes de Business Angels. Son organismos encargados de poner en contacto a los participantes y, además, se ocupan de seleccionar los proyectos más adecuados para cada inversor y de proporcionar toda la información pertinente. Todo ello, manteniendo el anonimato de los agentes hasta que se produce el primer contacto, un requisito imprescindible para garantizar el éxito en el intercambio.
De ahí surge la red de redes española, la ESBAN (Red Española de Business Angels). Su tesorero y director, Abert Colomert, ha querido analizar, en una entrevista con Libre mercado, todo lo referente a estos nuevos inversores desde varios enfoques: el de economista, el de empresario y el de emprendedor.
Pregunta (P): ¿Por qué es tan importante la actuación de los Business Angels en la fase de iniciación del negocio?
Respuesta (R): La entrada de un Business Angel en la fase inicial de una empresa tiene consecuencias muy positivas porque aporta los que nosotros clasificamos como las 4 Cs: Capital, Conocimientos, Contactos y, sobretodo, Confianza. Esto, además de permitir que el negocio se ponga en marcha, tiene un efecto multiplicador en el mercado porque ahora el resto de agentes del sector confiarán más en ese proyecto. Por ejemplo, al negocio le será más fácil acceder al crédito o buscar mecanismos de co-inversión.
P: ¿De qué cuantías de capital estamos hablando?
R: No existe un mínimo ni un máximo de inversión, aunque lo normal son aportaciones de entre 100.000 y 180.000 euros. Bien es cierto que financiar operaciones de menos de 35.000 euros no merece la pena.
P: ¿Quiénes son los Business Angels españoles?
R: La mayoría son hombres, de edades comprendidas entre los 45 y los 60 años. Hay que dejar claro que no son financieros, son empresarios, y con mucha experiencia además. Poseen un patrimonio económico importante, normalmente ocupan puestos directivos en todo tipo de empresas y muchos quieren recuperar la adrenalina que sólo se obtiene al iniciar un proyecto empresarial.
P: ¿Qué requisitos tiene que cumplir una empresa para conseguir su propio Business Angel?
R: Tres condiciones fundamentales:
1º- Querer tener un socio, aceptar que vas a compartir riesgos y beneficios con una persona externa.
2º- Tener potencial de crecimiento, de abastecer a mercados internacionales y de ampliar la plantilla.
3º- Tener una alta capacidad de innovación, no sólo tecnológica sino de toda la actividad. También se valora el equipo humano y su estrategia de desarrollo.
P: Entonces, ¿un emprendedor que todavía no ha obtenido beneficios podría conseguir un Business Angel para su empresa?
R: Por supuesto, de hecho la mayoría de los emprendedores que se ponen en contacto con nosotros no han tenido beneficios todavía, lo importante es tener perspectivas de futuro. El Business Angel no sirve para pagar deudas contraídas en el pasado ni para hacer frente a las pérdidas de la empresa, contribuye a mejorar la competitividad de ese proyecto.
P: ¿Qué papel juegan las relaciones personales entre inversores y emprendedores?
R: En la cultura mediterránea es fundamental, aquí para establecer una relación empresarial primero nos caemos bien. En países como Noruega apenas se tratan temas personales en los negocios, se va al grano y nada de tomar cafés.
P: ¿El Business Angel abandona el proyecto cuando la empresa ya puede sostenerse sola?
R: No necesariamente, eso dependerá de las cláusulas de entrada y salida que se hayan firmado. Cuando el Business Angel decide salir del negocio, vende su capital aportado (que es capital social) normalmente al propietario, pero también puede hacerlo a un tercero. Casi siempre un Business Angel actúa una segunda vez. Que el Business Angels continúe en el negocio es una buena señal porque eso quiere decir que va bien.
P: ¿Qué trabas legales encuentra en España un Business Angel?
R: La más importante es que las pérdidas no son deducibles. Si un Business Angel invierte en tres empresas y obtiene pérdidas en dos, lo lógico sería compensar esos resultados, no tributar por las tres.
Hay que decir también que Madrid y Cataluña incorporan en su legislación desde hace algunos años un incentivo importante para los Business Angels. Es una deducción en el IRPF, pero no es suficiente. Si a esta actividad no se incluye dentro de las inversiones de alto riesgo (con una exención del 100%), por lo menos sí que tendría que tener un trato fiscal más favorable y son los partidos políticos los que tienen que actuar ahí.
P: ¿Cómo valora el Business Angel un proyecto empresarial con un elevado grado de riesgo?
R: Desde ESBAN analizamos ese proyecto y hacemos un filtro, pero después depende de la propia aversión al riego de nuestros socios. En la actualidad, cualquier inversión tiene un riesgo elevado, pero hay Business Angels a los que les atraen proyectos más peligrosos y otros que se centran en inversiones más seguras.
P: ¿Cómo ha influido en vuestro negocio la crisis del crédito en España?
R: Desde la creación de la primera red de Business Angels en España (2002), hemos ido dando difusión a este tipo de inversión tan arraigada en otros países y tan poco aquí. Aunque estamos satisfechos con que actualmente España cuente con unas 50 redes, aún queda mucho por hacer. Es cierto que en estos tiempos difíciles, los Business Angels son percibidos como una vía de financiación alternativa y, gracias a que poco a poco se va conociendo más esta figura, en España ahora se habla más de ello que nunca.