El gobierno alemán se prepara para una eventual salida de Grecia de la zona euro, en caso de que el nuevo ejecutivo de Atenas no pueda cumplir los programas de ajuste, y considera que sus efectos no serían tan graves como un contagio a otras economías, según afirma el semanario Der Spiegel.
Según ese medio, expertos del ministerio de Finanzas trabajan ya sobre distintos escenarios y evalúan que, en caso de abandono griego, se produciría una primera fase de turbulencias en los mercados, pero a la larga la zona euro saldría incluso reforzada.
Las economías periféricas, como España e Italia, cita "Der Spiegel", tendrían que seguir luchando contra las turbulencias, pero con más posibilidades de salir adelante que bajo la presión de la crisis de la deuda griega.
De acuerdo con ese medio, los expertos evalúan asimismo la posibilidad de que Italia y España caigan en el objetivo de turbulencias globales, lo que denominan el peor de los escenarios, y la activación del Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF).
De producirse ese escenario, el paraguas europeo, con un volumen de financiación de un billón de euros, debería activarse rápidamente para poder suministrar a esos países la liquidez suficiente, prosigue el rotativo.
Las informaciones de "Der Spiegel" suceden al revuelo por los rumores de un supuesto plan de París y Berlín para una escisión en la eurozona, bajo el formato de la llamada "Europa a dos velocidades", y de la que surgiría un nuevo grupo con nueve o diez miembros, entre ellos España, con políticas fiscales más armonizadas.
La canciller Angela Merkel salió al paso esta semana a estos rumores y afirmó que su gobierno solo trabajaba en la estabilización de la zona euro en su estructura actual. En otro semanario alemán, "Focus", el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, se declara partidario de ceder competencias en materia de política financiera para resolver la crisis de la deuda.
"Tenemos un Banco Central independiente, que no debe ser mal utilizado como estamento financiero estatal. Sin embargo, no tenemos una política financiera común", apunta Schäuble. Este déficit no puede ser subsanado con un Pacto de Estabilidad y Crecimiento, por mucho que se refuercen sus parámetros, sino que "tenemos que trasladar más competencias a escala comunitaria europea", argumenta Schäuble. El ministro de Finanzas de Merkel apunta, asimismo, a la necesidad de aprovechar la actual crisis para llevar adelante ciertas reformas necesarias en la UE.
"Cuanto mayor es la crisis, tanto más grande es también la necesidad de hacer cambios. La perspectiva de lo que nos reportará a largo plazo, me consuela frente a la fase de frustración actual", apunta. Schäuble se muestra convencido de que Italia logrará resolver sus problemas actuales, ya que sus "cifras económicas reales" no son tan graves y simplemente afronta una "crisis de confianza" en los mercados.