La bolsa italiana fue este lunes la única de las principales plazas europeas que consiguió salvarse de las pérdidas que registraron el resto de mercados, que se vieron afectados por las dudas que suscita entre los inversores la situación de Grecia e Italia.
De las principales plazas del Viejo Continente la que más cayó fue la española, el 1,40%, mientras que París perdió el 0,64%; Londres, el 0,30% y Fráncfort, el 0,63%.
Por su parte, la bolsa italiana, que comenzó la sesión de este lunes en negativo, cerró con un alza del 1,32%.
Y es que poco después del mediodía, la bolsa italiana cambiaba las pérdidas por las ganancias impulsada por la posibilidad de que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dimitiera.
Esta hipótesis fue acogida por el mercado italiano con euforia, con unas ganancias que llegaron a superar en algún momento de la sesión el 3%, lo que propició que otras bolsas como la de Fráncfort o París llegaran a cotizar también en positivo.
No obstante, la rotundidad con la que Berlusconi dijo que no piensa dimitir pese al continuo abandono de apoyo por parte de algunos diputados de su partido, desinfló el ánimo de la mayoría de los mercados, incluso el del italiano, que al final de la sesión solo pudo registrar ganancias algo superiores al 1%, según informa EFE.
Además, los mercados europeos volvían a verse perjudicados por la situación de Grecia, que tras la dimisión ayer del primer ministro, Yorgos Papandréu, para dar paso a un gobierno de unidad nacional, anunció este lunes que celebrará elecciones el próximo 19 de febrero.
Eso sí, los comicios se celebrarán una vez que el gobierno de cohesión haya aprobado el paquete de ayudas internacionales y puesto en marcha el plan de austeridad.