Yo creo que todo dependerá de que los medios de comunicación dejen de apoyar a (y apoyarse en ) los políticos ignorantes, temerarios y falaces que han participado en la concepción, parto y crianza de todos los problemas que vivimos hoy, por ejemplo, el de la justicia. Un, dos, tres, responda otra vez.
Otra opción sería organizar una nueva guerra mundial. Y si logramos reducir la población mundial hasta los dos mil millones, seguro que los ecologistas lo agradecen mucho (suponiendo que quede alguno vivo).
D. Juan, desde el respeto que me merece, me voy a permitir un símil: En el año de referencia 2007, el PIB pc del colectivo de inmigrantes en España multiplicaba por mucho el que tenían en sus países de origen; pero, si eso lo hubieran entendido como desarrollo económico, hubieran estado gravemente errados. Si ése hubiera sido el caso, ahora, 2011, muchos, sin trabajo y siendo su mejor expectativa el regreso a sus países de origen, estarían percatados de su espejismo. Mutatis mutandi, los españoles, paradójicamente, quizá hayamos sido una especie de inmigrantes en territorio propio, y, ahora, cuando las empresas y mercados que nos acogían ya no pueden o no les interesa el seguir haciéndolo, nuestra mejor expectativa puede que esté en el regreso, estático, a nuestra interioridad nacional, con su pobreza primitiva relativa; y ahí, a luchar de nuevo. Acaso se pueda esperar de su magisterio, más en el interior de las expresivas cifras macroeconómicas, alguna explicación causal, y generativa de orientaciones político-económicas, del crecimiento del PIB pc en ppc, tal como se refleja en el cuadro 2 de su artículo.
Con afecto.
Opulencia en España? De quién es esta España, Sr. Velarde?? para la mayoría de ciudadanos, como es mi caso, de opulencia nada, caballero. Parece que la organización en un estado supuestamente democrático y nacional nos incluye a todos en él, y la responsabilidad de las acciones que éste lleva a cabo, sin duda también caen sobre todos los que conformamos el "estado nacional español". Pero déjeme que le diga una cosa. Yo no me siento para nada responsable de ningún despilfarro ni ningún exhibición de vida ahogada en la opulencia, si no más bien de una vida de trabajo y esfuerzo, cuyo fruto recojo con cuentagotas, y así como yo, muchísimos más. Así que por favor, déjese de tanta demagogia y no responsabilice de opulentos a los que ni siquiera llegamos a fin de mes, y no por no haber recibido una educación o haberse esforzado, ni siquiera por que no hayamos tenido buena fortuna, sino más bien por que todo esto está montado para que reine la opulencia de algunos. Opulencia si, pero solo de algunos.