Ya sabemos, señor Gª Domínguez, que la austeridad conlleva contracción y eso es paro. Pero lo que usted muy poco implícitamente sugiere es gasto a gogó, es decir que si el Reino de España tiene que incrementar su deuda diariamente en casi 600 millones de euros, pues acuda a los mercados con papel por el triple de esa cifra, así se podrían reparar muchas más aceras, operar y mantener más extranjeros en nuestros hospitales, lo que nos daría gran fama de solidarios. Naturalmente, las deudas, para contraerlas habríamos de mostrar que somos capaces de pagarlas algún día, ¿cuando, como y qué generación?, mientras tanto los intereses irían comiéndose la residual capacidad exportativa que todavía nos quedase después de sus originales brochazos de keynesianismo extratemporal.
Son precisas soluciones, pero ésas no pueden salir de las cuatro recetas que llaman ciencia económica.
¿Por qué no nos dedicamos todos los europeos a hacer tazas de café y cubiertos de mala calidad, telas con estampados horribles y que apesten a caucho vulcanizado, trabajando por unos dos mil euros al año, y se las vendemos a los ricachones de la China, paraíso del comunismo capitalista y de los donuts cuadrangulares? Oh, wait!
Tendríamos que hacer como en esa película del gran Paco Martínez Soria que acababa con toda la familia emigrando a Alemania a vender sombreros cordobeses, muñequitos de toros y gitanas, castañuelas y labores de ganchillo con motivos patrios. ¡Santiago y cierra, España! ¡Viva España, coññññññññññño!
Ahora en serio, creo que ha llegado la hora de reconocer que los socialistas han vencido y han logrado atrancar todos los engranajes. Hay que parar y volver a empezar. Estaría bien que ahora que tenemos que refundar el Estado de Derecho nos tomáramos en serio el «Derecho» y los legisladores hicieran menos y mejores leyes que no se basen en sentimientos, que los jueces no se dejaran magrear por el gobierno, que el gobierno no se pusiera a putear a los ciudadanos y a hacer guarradas con ciertos banqueros, empresarios y sindicalistas, y que los todos nos ciñéramos a la realidad de las cosas, y no a deseos infantiles y a ingenierías sociales que rayan el terrorismo de Estado.
Dicho esto, ¡Zapatero dimisión! ¡Rubalcaba a la cárcel!
La austera en nuestro caso Don Jose, creo que tiene que ver mas con nuestra legión de administraciones, que con la importacion/exportacion
Señor Domínguez, se supone que es toda Europa quien "hace lo mismo" (austeridad), frente al Resto del Mundo, de manera que crezcan las exportaciones a los países no europeos, que son los acreedores. El rescate a Grecia ya supone en sí mismo una política de estímulo al condonar la mitad de su deuda, menudo chollo. Parece usted Rubalcaba diciendo que la austeridad no es suficiente. ¿Se nos ha vuelto usted keynesiano? Para recetar gasto público ya tenemos El País y Público.
En síntesis estamos ante una trampa de liquidez de libro porque hemos seguido una política procíclica. Luego, sólo nos queda acogernos a Krugman pongo por caso y a tirar de presupuesto. ... Será , pero como diría Pla ¿eso quién lo paga?
De forma similar, si todo el mundo fía la salida de su crisis a las exportaciones, ni saldrá nadie de la crisis, ni habrá más exportaciones.
Si "todo el mundo" quiere decir "todos los países del mundo" esto es cierto.
Si "todo el mundo" quiere decir "todos los países de Europa" no lo es.