Escuché al destacado actor Juan Echanove en la Cadena SER a propósito de la película Inside Job. Dijo con acierto que "es una película como de Michael Moore sin Michael Moore". Tengo la misma impresión, quizá por una razón diferente: la demagogia de Moore es flagrante, lo que no ocurre en este documental. Pero a continuación aseguró que Inside Job está avalada "por expertos" y narra "todos los hechos", y prosiguió afirmando que los que aparecen en la película son los mayores criminales que cabe concebir. No los precisó, pero como allí aparecen empresarios, banqueros, economistas, políticos, burócratas, agencias de rating, etc., podemos concluir que carga contra ellos. Y de qué modo. Se preguntó: "¿quiénes son realmente los antisistema, los que ocupan los edificios vacíos y desde la desesperación se lanzan a las calles o todos estos delincuentes de sastrería a medida?", y concluyó proclamando que los protagonistas de Inside Job "han sido terroristas: todo eso que hicieron en Wall Street fue un atentado tan grave o mayor que el de las Torres Gemelas".
Primero, la película tiene una visión de la realidad que en algunos aspectos resulta cuestionable. Su análisis de la política, de la economía, y en particular de las finanzas es incorrecto e incompleto, y es apresurado, por tanto, considerarla una descripción cabal de los acontecimientos que desembocaron en la crisis económica.
Segundo, ocupar edificios vacíos es un delito, porque vacío no es lo mismo que sin dueño. La casa del señor Echanove, un suponer, puede quedarse vacía durante un tiempo quizá prolongado, pero eso no comporta que su derecho de propiedad pueda, ni mucho menos deba, ser violado por terceras personas.
Tercero, la agitación callejera no es generalmente acometida por gente necesitada ni desesperada. Las revoluciones son por norma iniciadas o dirigidas por personas como el propio Echanove, es decir, intelectuales, artistas, gente culta y educada, y muy rara vez en la indigencia. Para comprobarlo basta con repasar la historia del socialismo y sus líderes. Los que recurren a la agitación pública utilizan el argumento de la desesperación y la miseria, pero siempre se trata de características de otros, en cuyo nombre presumen de hablar y de actuar.
Cuarto, es un error identificar a los personajes de Inside Job con Bin Laden y sus secuaces. Aquéllos podrán ser delincuentes, y en algunos casos lo fueron. Podrán haber causado daños cuantiosos, y en algunos casos lo hicieron, pero no son terroristas, ninguno de ellos. La identificación de Echanove, asimismo, es peligrosa, como resulta fácil percibir si analizamos a los mayores asesinos que ha padecido la humanidad, que siempre han sido asesinos con motivaciones políticas. Entre esas motivaciones han estado los pobres y los necesitados, los desesperados y los oprimidos. Y además, los terroristas de toda condición intentan justificar sus crímenes alegando que los verdaderos terroristas son... otros.