Los acreedores privados de Grecia tendrán que asumir unas pérdidas nominales de 100.000 millones de euros sobre los bonos soberanos de ese país al aumentar la condonación de su deuda al 50 por ciento, según el acuerdo voluntario al que han llegado con el Gobierno del primer ministro Yorgos Papadréu.
El aumento de la quita griega va acompañado de un reajuste del segundo programa de asistencia financiera al país, que pasará de los 109.000 millones de euros, acordados el pasado julio, a los 130.000 millones (30.000 millones en garantías que los países ofrecen a los bancos como contraprestación por aceptar la quita).
"Los estados de la zona euro están dispuestos a movilizar 30.000 millones de euros de fondos públicos para financiar las garantías de este acuerdo", indicó al concluir la reunión el presidente francés, Nicolás Sarkozy, quien detalló que los bancos se han comprometido también a refinanciar en condiciones más favorables el resto de la deuda griega.
"Un nuevo día para Grecia"
La condonación de la mitad de la deuda griega permitirá al país rebajar su deuda pública al 120 por ciento de su PIB en 2020, frente al 145 por ciento actual. El nuevo rescate se extenderá hasta 2014, momento en que la eurozona prevé que Grecia pueda volver al mercado para financiarse por sí misma, e incluirá la recapitalización de la banca griega. "Ha llegado un nuevo día para Grecia, esperemos que también sea un nuevo día para Europa y que lo peor haya pasado", declaró Papandréu en una rueda de prensa al término de la cumbre de líderes del euro celebrada en Bruselas.
El acuerdo de esta madrugada se produjo después de horas de intensas negociaciones y en el último momento cuando ya se daba todo por perdido, tras anunciar el director ejecutivo del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), Charles Dallara, que representó al sector privado en las negociaciones, que no se había llegado a ningún pacto sobre Grecia ni sobre un aumento de su quita.
La canciller alemana, Angela Merkel; la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde; el presidente francés, Nicolas Sarkozy; y el del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, se reunieron poco después con los representantes de la banca en los márgenes de la cumbre y cerraron un pacto para hacer sostenible la deuda de Grecia y evitar el contagio al resto de la zona del euro.
La nueva quita helena supera el 21 por ciento de pérdidas que asumieron los acreedores de Grecia de forma voluntaria el pasado 21 de julio y pone fin a un complejo proceso de negociación. "Los banqueros han comprendido (...) que estábamos decididos a considerar un impago (no pactado) de Grecia si no daban el paso que han dado", afirmó el primer ministro de Luxemburgo, Jean-Calude Juncker, según recoge Efe.
Reformas estructurales
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, por su parte, recordó que a pesar del acuerdo Grecia no debe olvidarse de seguir haciendo sus reformas estructurales y tomar medidas de consolidación fiscal.
El nuevo empujón a Grecia para que salga de la crisis se suma a la autorización por parte del Eurogrupo el pasado viernes para conceder el sexto tramo de ayuda al país, de 8.000 millones de euros, que a falta de aprobación por el FMI, será entregado a mediados de noviembre, justo antes de que el país se quede sin fondos para pagar salarios y pensiones.