Dejen de hacer el juego a los politicos.
La enseñanza no es el problema, ni lo que cuesta.
Mientras los alumnos no realicen el esfuerzo por estudiar, no se les fuerce desde sus casas a ESTUDIAR, ningun profesor conseguirá enseñarles nada.
Es dificil asumir la parte de culpa que corresponde por parte de los padres. Es mucho más facil pedir más dinero que hablar con su hijo y hacer que estudie realmente.
Toda solucion que no pase por aumentar el esfuerzo que hace el alumno está destinada al más absoluto fracaso, cueste lo que cueste.
Soy profe de secundaria en dos colegios privados concertados y tengo que decir dos cosas al respecto: estoy de acuerdo con que se sustituyan a los malos profesores por buenos (conozco de ambos tipos y los malos son los menos), pero atención... el gasto en educación no debe recortarse en el profesorado, ni en las instalaciones, ni en los materiales, sino en los alumnos que estan en clase molestando, perdiendo su tiempo, incumpliendo su obligación de trabajar, influyendo negativamente en sus compañeros, faltando al respeto y al deber de obedicencia al profesor y recibiendo todo tipo de atenciones y de alternativas que cuestan mucho dinero.
Esto de tener todos derecho a la educación está muy bien, pero quien no aproveche esa oportunidad y ese dinero de todos los contribuyentes, que se le expulse del sistema, por lo menos durante unos 5 años, para que le dé bastante tiempo para recapacitar. Eso sería dinero muy bien ahorrado, o gastado en esos recursos o en aquellos alumnos que son buenos y lo merecen. Por tanto, muy de acuerdo con el compañero vendi.
teperaci: Es mejor pagarle el sueldo a un mal profesor para que cuente moscas, que para que enseñe. Hay casos en los que es mejor hacer las cosas mal que no hacer nada en absoluto. Pero en este caso, como en tantos otros, es mejor no hacer nada que hacerlo mal. Los resultados de un mal profesor enseñando son desastrosos para los alumnos.
En cualquier caso, lo que hay que hacer es despedirlo por justa causa. Basta con ampliar las causas de despido para incluir aquella situación en la que el rendimiento del trabajador es manifiestamente insuficiente para lo aceptable en su puesto, si es que tal cosa no existe ya (lo desconozco).
Pero lo más eficaz es el contrato indefinido con despido libre, para funcionarios y para todo hijo de vecino. El que no valga, despedido. No se preocupe usted, que los buenos trabajadores que sean despedidos injustamente, que siempre los hay, encontrarán rápidamente quien los emplee. Los buenos empresarios se parten la cara para contratar buenos trabajadores, y para largar a los malos; el problema es que el sistema no les deja hacer ninguna de las dos cosas.
En un mercado de trabajo libre (el actual no lo es), quien no puede hacerse paso es únicamente el que no vale para nada, y puede creerme si le digo que es muy, muy, difícil de encontrar alguien que no valga absolutamente para nada.
Lo que no es nada difícil, ni caro, es mantener a los que no valen para nada haciendo cosas de poco valor y con bajo rendimiento, y subvencionando la diferencia entre todos, para que nadie se quede sin nada de que vivir, que tampoco se trata de dar rienda suelta a la ley de la selva.
Antes del mágico remedio del socialismo, que como todos los remedios mágicos es un timo, ya se hacía eso, con el nombre de "beneficencia". La cuestión es organizarlo un poco mejor, para que cada persona incapaz tenga la oportunidad de intentar dejar de serlo y haga lo que pueda, recibiendo la ayuda que sea necesaria y sin que ello desmerezca en nada su persona.
Somos y debemos ser iguales ante la ley y lo somos ante Dios, para quien sea creyente. Pero no somos ni debemos ser iguales en el trabajo, porque no todos podemos aportar lo mismo ni en igual cantidad a los demás. Ello, sin embargo, no nos hace mejores ni peores que los demás... salvo en el trabajo.
Y yo de acuerdo con el cheque escolar. Pero me invade una duda.
Supongamos que en una ciudad, y a escasos 200 metros, hay un colegio concertado y otro público. Incluso valdría para el ejemplo que los dos fueran públicos, cada uno con 20 aulas y 20 profesores y 800 alumnos potenciales para los dos colegios.
Sigamos suponiendo que con el cheque escolar, en el momento de hacer las matrículas, a uno de los colegios van a inscribirse 720 alumnos y al otro van sólo 80 alumnos.
¿QUE HACEMOS CON LOS PROFESORES SI SON FUNCIONARIOS Y NO SE LES PUEDE DESPEDIR? ¿Habría que reformar algo antes de pasarnos al cheque escolar?
Ruego respuestas.
En España, el coste del puesto escolar en la enseñanza de iniciativa social (concertada y privada) es del 80% o menos que el coste de la enseñanza gubernamental (mal llamada pública). Sus índices de fracaso escolar son la mitad o menos.
Eso es normal. El gobierno siempre desarrolla las actividades económicas a mayor coste y con menor calidad que la iniciativa social.
Está claro que se podría doblar la calidad de la enseñanza reduciendo el coste un 20% como mínimo. Bastaría con aplicar a la enseñanza gubernamental los mismos criterios de gestión que a la enseñanza social. Por ejemplo, concediendo autogestión total a cada escuela pública y financiando todos los colegios mediante un cheque escolar por el 80% del coste actual de la plaza en los centros públicos.
"Sistema de enseñanza" hubo, en este país, ahora NO lo hay. En cambio hay anti-sistema (sin más) que dan lecciones, enseñan, a todo el mundo sus chorradas indignadas. Así no hay manera. Un profesor 'potencialmente' muy bueno, de latín, por ejemplo, una de las pocas cosas útiles que se pueden aprender un poquito a los diez o doce años, y entrar con buen pie en el camino de la principal industria de este país: la lengua y literatura españolas, será hoy seguramente un gestor, inspector, tutor de recuperaciones ets. en su centro de trabajo. Para que haya calidad tiene que haber sistema educativo, que no hay; todos los parches o 'parchings' que se le pongan, son adornos del harapo. Pese a todo, hay estudiantes, lectores, curiosos, hambre de saber, hay esperanza.
El titular está mal redactado. Debería ser así: Pregunta: ¿Como mejorar la calidad de la educación? Respuesta: Recortando el gasto educativo. ¿A que parece que no? Pues va a ser que si, miren ustedes.
La solución es muy simple: el cheque escolar. Cada padre decide donde lleva a su hijo a estudiar, y las escuelas compiten por los alumnos. Para que una escuela logre el favor de los padres, tendrá que buscarse la vida para que los alumnos aprendan. Ya verían que rápido espabilaban; tanto los profesores como los alumnos que no fueran capaces de adaptarse a un entorno apropiado y benéfico para el aprendizaje, quedarían excluidos del sistema.
Para los alumnos inadpatados se buscan soluciones particulares, que siempre las hay. Para los profesores inadaptados, también: que se dediquen a otra cosa.
Además de lo anterior, libertad para que los padres organicen la enseñanza de sus hijos. No hay razón alguna para que un grupo de padres no pueda contratar a los profesores que estimen necesarios para que den clases a sus hijos. Mientras la educación de estos responda a unos criterios mínimos de calidad, que el estado puede garantizar mediante exámenes, las personas deberían ser libres para elegir el modo en que sus hijos son educados.
Es exactamente el mismo procedimiento que sigue la economía libre en el resto de los sectores, y funciona de maravilla. ¿Porqué piensan que con la enseñanza ha de ser diferente? Creanme, no lo es.
Por cierto, TODOS los libros que les obligan a los padres a comprar para que los alumnos estudien, y que encarecen muy dignificativamente la enseñanza, SOBRAN por completo. No sirven absolutamente para nada hoy en día. Es más, nunca sirvieron. Algunos aprendimos más y mejor con la vieja enciclopedia Álvarez; a las pruebas me remito.
Yo he trabajado siempre en una empresa privada grande. Nos regimos por un convenio colectivo a nivel nacional para todo el sector.
Pero, además de ello, tenemos un sistema de caloración de puestos de trabajo y valoración del desempeño. Todos los años se nos evalúa en relación a unos objetivos que se marcan a primeros de año y dependiendo del resultado de esa evaluación, se cobra un sobresueldo y un incentivo que pueden ser hasta de un 20-30% sobre lo que marca el convenio.
Esto entre los funcionarios no existe y así cobra lo mismo uno que desempeña bien su trabajo que uno que lo hace mal. Al no haber estímulos la gente se deja llevar y, además, el que quiere hacerlo bien se encuentra que queda hecho un pardillo ante otros que no se esduerzan tanto y que a fin de mes cobran lo mismo que él.
Y claro, en la educación un profesor que lo hace mal, está incidiendo negativamente en 20, 30 ... ó 100 alumnos cada año, con las consecuencias que ello produce.
Totalmente de acuerdo con la conclusión del artículo. Pero esa gráfica de EEUU es engañosa: duplicar un presupuesto es fácil, pero duplicar la puntuación de un test es mucho más difícil, tal vez en escala logarítmica, no lineal como el presupuesto.
Herbert, si lee mi anterior post verá que mi trayectoria profesional ha discurrido en la empresa privada, y por tanto en este y en otros aspectos soy liberal, porque he sufrido, como muchos otros, los problemas de tener compañeros trabajadores cuyo rendimiento no era el adecuado y que es muy difícil despedir y que cobran lo mismo que los buenos.
De ahí verá que mi última pregunta es un tanto retórica e irónica.
Los funcionarios tenían su razón de ser cuando había monarquías absolutas, precisamente para evitar que se plegaran a los trapicheos del poder, porque si no los despedían, se les dió la prerrogativa de su puesto fijo hasta la jubilación. Y ahora que no hay monarquías absolutas, que estamos en democracia, muchos funcionarios se escudan en eso para trabajar muy poquito y muy mal, pero como han ganado la oposición no se les puede despedir.
¿Habrá que reformar ésto? Porque no parece lógico que uno apruebe una oposición y se pueda dedicar a vegetar de por vida. Ya sé que cualquiera se puede presentar a la oposición, no lo discuto, pero el aprobar la oposición no puede dar patente de corso.
Cheque escolar ya, con las reformas que sean necesarias, y, como dice la Constitución, libertad de educación.