Santander, BBVA, Bankia, CaixaBank y Banco Popular tendrán que ajustar a precios de mercado una buena parte de la deuda española que poseen, lo que supondrá depreciar el valor de sus carteras en aproximadamente 1.700 millones de euros.
Así se desprende de las nuevas exigencias de capital que planean aprobar los líderes de la Unión Europea el próximo miércoles, y que obligaría a las entidades españoles a aplicar un descuento medio del 2 % (máximo del 5 %) sólo en la deuda española que guardan hasta su vencimiento.
Por tanto, la deuda que los bancos tienen disponibles para la venta o la destinada a operar en los mercados quedaría excluida de la depreciación porque se entiende que dichas partidas ya están valoradas correctamente, explicaron a Efe fuentes financieras, informa EFE.
Los datos de cierre de 2010 -los últimos disponibles- muestran que los cinco grandes bancos españoles tenían una exposición bruta a la deuda pública española de 173.778 millones de euros, de los que tendrían que ajustar al valor actual unos 84.514 millones.
Eso supondrá un deterioro de la cartera próximo a los 1.700 millones e influirá directamente a la hora de cumplir con las nuevas necesidades de capital, que exigen a cerca de 60 grandes bancos europeos tener un "core capital" (proporción de capital y reservas sobre activos de riesgo) mínimo del 9 % a finales de junio de 2012.
Las entidades deberán lograr ese porcentaje en un escenario adverso, con unas previsiones económicas peores de las que se habían contemplado en los pasados test de estrés, que simulaban además hipótesis más adversas en las que los bancos debían mantener al menos un "core capital" del 5 %.
Los analistas extranjeros calculan que las 60 entidades europeas consideradas clave para el sistema financiero de la región tendrán que captar 108.000 millones de nuevos recursos propios de primera calidad.
Para ello acudirán como primera opción al mercado y si no lo consiguen, podrán recurrir a la ayuda de sus países y quizá en última instancia también al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, dotado con 440.000 millones.
Las principales necesidades de capital, que Francia cifra en unos 10.000 millones para su sistema financiero, se deberán a que algunas entidades no llegarán a un "core capital" del 9 % mientras que en el caso de otras vendrá por el deterioro de sus carteras de deuda.
Éste es el caso de la banca española, ya que Santander, BBVA, CaixaBank y Bankia publicaron en los resultados del primer semestre de 2011 que su core capital superaba ya el 9 %. El Banco Popular también pasaba ese listón, aunque habrá que evaluar el impacto de integrar en su grupo al Banco Pastor.
Además, si la Autoridad Bancaria Europea (EBA) incluye los bonos convertibles en acciones como capital de primera calidad, como estaría dispuesta a hacer, según admitió hoy la vicepresidenta del Gobierno, Elena Salgado, las necesidades para la banca española podrían ser sensiblemente menores de lo previsto.
En cualquier caso, los cinco grandes de la banca española tendrán que ajustar también a precios de mercado parte de sus carteras de deuda en otros países periféricos como Grecia, donde tenían una exposición de 400 millones; Portugal, 5.128 millones; o Italia, 6.517 millones.
Esto supondrá una depreciación de sus carteras menor que la que se temía, que en el caso de la deuda española llegó a pensarse en una pérdida de valor del 20 %, pero sigue recibiendo críticas del sector financiero.
La patronal de las cajas insistió la semana pasada en que no era razonable que la deuda española recibiera un tratamiento similar a la de otros países que han recibido ayudas de la Unión Europea.