Los ministros de Economía de la eurozona han acordado este viernes pagar la ayuda urgente de 8.000 millones de euros que Grecia necesita para no quebrar en las próximas semanas.
"Hemos acordado respaldar el desembolso del siguiente tramo de la asistencia financiera a Grecia en el contexto de su actual programa de ajuste económico. El pago se producirá durante la primera mitad de noviembre, pendiente de la aprobación del Fondo Monetario Internacional (FMI)", señala el Eurogrupo en un comunicado.
Esta ayuda constituye el sexto tramo del primer rescate de 110.000 millones de euros que la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) concedieron a Grecia en mayo de 2010.
Los fondos se desbloquean después de que el parlamento griego haya aprobado este jueves un nuevo paquete de medidas de ajuste. Con estos recortes adicionales, los inspectores de la UE y del FMI consideran que Atenas ha cumplido las condiciones exigidas en materia de reducción del déficit, informa Europa Press.
"Celebramos los importantes esfuerzos de consolidación fiscal llevados a cabo por el Gobierno griego, que le permitirán cumplir los objetivos (de reducción de déficit) de 2012", señala el comunicado. El Eurogrupo da por hecho que Atenas no cumplirá su meta de 2011 (7,6% del PIB) debido a que "la situación macroeconómica se ha deteriorado".
En todo caso, los ministros de Economía piden a las autoridades griegas "más progresos en la aplicación de las reformas estructurales y el programa de privatización".
El pago de este tramo de 8.000 millones de euros se ha retrasado en diversas ocasiones con el objetivo de presionar a las autoridades helenas para que aceleraran las reformas. De hecho, los inspectores abandonaron Atenas a principios de septiembre y sólo regresaron cuando el Gobierno griego aprobó el plan de ajuste, que incluía la creación de una tasa inmobiliaria e importantes recortes en la función pública.
En lo que sigue sin haber acuerdo es en la aportación que debe hacer la banca al segundo rescate de 109.000 millones de euros para Grecia con el objetivo de hacer que su deuda vuelva a ser sostenible. Los países de la eurozona debaten pedir a los bancos que asuman pérdidas de hasta el 50% o el 60% en los bonos griegos que tienen en su cartera, en lugar del 21% acordado en julio.
Alemania y Países Bajos son los países que reclaman una mayor contribución de la Banca, mientras que Francia y el Banco Central Europeo (BCE) se resisten por temor a un agravamiento del contagio a España e Italia. El objetivo de los líderes europeos es superar estas divisiones y pactar una "solución duradera" para Grecia en las cumbres del 23 y 26 de octubre.
"Concluiremos un segundo programa de ajuste para Grecia, con una combinación adecuada de nueva financiación pública y participación del sector privado", señala el comunicado del Eurogrupo.