Los sindicatos de Grecia han iniciado este miércoles la quinta huelga general en lo que va de año y parece que será la más importante. Más de 125.000 personas han salido a las calles de Atenas, Salónica, Heraklion (Creta) y Patras, una cifra récord desde que comenzó la crisis, según la policía griega. Esta nueva huelga general durará 48 horas en protesta contra el nuevo paquete de medidas de austeridad que el Gobierno pretende aprobar el jueves, en el Parlamento.
Las principales medidas que prevé aprobar Ejecutivo del socialista Yorgos Papandréu para asegurarse de recibir cuanto antes el siguiente tramo de ayuda europea no gustan a prácticamente ningún sector de la población. Se están manifestando desde los empleados de los hospitales hasta el personal de diversos ministerios, pasando por la recogida de basuras hasta llegar a los estudiantes.
Gran parte de estos manifestantes forma parte de la ingente cantidad de funcionarios que tiene el pequeño país y que debe bajar hasta 2015 en 150.000 personas, equivalente al 20 por ciento del total. Otra de las medidas será enviar a unos 30.000 funcionarios a la llamada "reserva laboral", lo que significa que cobrarán un 60 % de su sueldo y si en doce meses no encuentran otro empleado, serán despedidos definitivamente.
Papandréu además bajará el umbral a partir del cual se debe pagar el impuesto sobre la renta de 12.000 euros a 5.000 euros anuales y los propietarios de bienes inmuebles deberán pagar un impuesto de cuatro euros por metro cuadrado, que será cobrado a través de la factura de luz, al no existir un catastro en el país.
Según los medios locales, este miércoles han cerrado centros culturales en toda la ciudad de Atenas. Desde las cinco de la madrugada de este jueves ningún medio de transporte público circulará en la capital griega, lo que ha ocasionado el caos de tráfico debido a que los ciudadanos se han visto obligados a usar sus vehículos privados o taxis para llegar a sus trabajos. Y mañana se sumarán a la protesta los taxistas, así que se espera un agravamiento de las dificultades para la circulación de los cerca de cinco millones de habitantes de esta ciudad. Los dueños de los 27.000 taxis del país protestarán contra la liberalización de la profesión. Sólo está operativo el tren de cercanía que lleva al aeropuerto internacional de Atenas, "Elefterios Venizelos".
Por otro lado, los empleados municipales para la recolección de la basura decidieron la noche del martes continuar las protestas que mantienen ya durante dos semanas, con 7.000 toneladas de basura amontonadas en las calles de la capital. Otra acción de rechazo a las impopulares medidas del Gobierno para evitar la quiebra del país la organizan miembros del sindicato de trabajadores de la empresa de la electricidad Genop-Deh, que han ocupado el edificio central de la compañía en Atenas para evitar que se envíen a los hogares las facturas de luz.