No corren buenos tiempos para José Blanco. Cuando aún está por resolverse su implicación en la operación Campeón y su relación con Dorribo, otras relaciones personales y profesionales del ministro salen a la luz, sembrando la duda de un posible trato de favor a sus conocidos.
Así lo desvela hoy El Mundo, que relata el caso de la constructora Antalsis S.L, de las pocas empresas de Galicia que ha conseguido prosperar –y de qué forma- mientras que la política oficial del Gobierno echaba el freno a la obra pública. Sin embargo, la constructora se encuentra entre las 20 más favorecidas por Fomento, según los ranking oficiales. Y es que Antalsis pasó de facturar 1,5 millones en 2006 en obra contratada, a los 56,7 millones que facturó en 2010.
La empresa ha ascendido "milagrosamente", según los corrillos del sector. Desde que se creara, allá por 2006, la suerte le ha sonreído: comenzó con una plantilla de 4 personas y un capital de 12.000 euros, y entre 2008-2009 la compañía triplica las cifras de negocio. Curiosamente, la época en la que Blanco aterriza en la cartera de Fomento.
Antalsis, desde entonces, se ha hecho con algunas de las adjudicaciones más jugosas del ministerio, a través de una Unión Temporal de Empresas (UTE) con primeras firmas del sector, asegura El Mundo.
Quizás una de las claves de este "milagro empresarial" sea su presidente lucense Luis Vilariño, un empresario que mantiene una "estrecha relación" con José Blanco. Hasta tal punto llega esta "amistad" que en círculos gallegos se conoce a Antalsis como "la empresa del amigo de José Blanco".
También la época del bipartito PSOE-BNG fue una buena época para Vilariño, ya que este Ejecutivo le adjudicó obras de escuelas infantiles, centros de día y complejos deportivos; a pesar de la todavía relativa inexperiencia de una empresa joven. Esta "suerte" se ha repetido en más ayuntamientos y diputaciones socialistas donde Antalsis se ha llevado jugosas obras.
A Vilariño le han ido tan bien las cosas que ahora su imagen es un reflejo del éxito empresarial. Pilota la escudería que preside, y se pasea por Galicia en un precioso Aston Martin o enfundado en un traje de competición de rallys.