El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha reclamado este miércoles una recapitalización coordinada de los grandes bancos de la UE para garantizar que puedan resistir a la crisis de deuda. El refuerzo de capital debe hacerse recurriendo al mercado cuando sea posible, con ayudas públicas nacionales y, sólo como "último recurso", utilizando fondo de rescate de 440.000 millones de euros.
Barroso respalda así la estrategia defendida por la canciller alemana, Angela Merkel, que había defendido que el fondo de rescate se utilizara para recapitalizar bancos sólo en aquellos países sin recursos suficientes para dar ayudas nacionales a su banca. En contraste, Francia había planteado usar el mecanismo europeo para inyectar fondos a sus bancos, los más expuestos a deuda griega.
En un discurso ante el pleno de la Eurocámara, Barroso ha dicho que la recapitalización "debe incluir todos los bancos sistémicos" de la UE y debe tener en cuenta "toda la exposición a la deuda soberana de forma transparente". A estas entidades se les pedirá "temporalmente" un ratio de capital básico "más alto". "Los bancos que no tengan el capital exigido deberán presentar planes para lograrlo lo antes posible. Hasta que lo hagan, se les deberá prohibir el pago de dividendos y bonus", ha propuesto el presidente de la Comisión. "Los bancos deben utilizar fuentes privadas de capital en primer lugar. Si es necesario, los Gobiernos nacionales les deben proporcionar asistencia en segundo lugar. Y como último recurso pueden recurrir a un préstamo del fondo europeo de estabilidad financiera", ha defendido Barroso.
"Una solución contundente"
El presidente del Ejecutivo comunitario ha reclamado "maximizar la capacidad" de este fondo de rescate para frenar el contagio de la crisis de deuda. Pero no ha explicado cómo hacerlo, aunque la Comisión ha defendido en anteriores ocasiones recurrir al apalancamiento.
Finalmente, Barroso ha reclamado una "solución contundente" para la crisis en Grecia que a su juicio debe incluir el pago de la ayuda urgente de 8.000 millones de euros y un segundo plan de rescate con la participación del sector público y de la banca. No obstante, no ha aclarado si se exigirá a la banca una quita superior al 21% pactado en julio, tal y como han sugerido algunos líderes europeos, según recoge Europa Press.
El presidente de la Comisión ha reclamado a los países con problemas que prosigan con los planes de ajuste fiscal y a aquellos que tengan margen de maniobra que tiren de la demanda. Finalmente, ha defendido una mayor integración económica en la eurozona.