No hay contradicción se trata de la demolición controlada de la nación por aquellos que no creen en la nación. El separatismo desempeña una función dialectica de quienes intentan convertir nuestra patria en una provincia de Bruselas. Estos "demócratas" son internacionalistas antes que otra cosa y el reconocer "nacionalidades" en la nación española lo que busca es generalizar el concepto de nación para que éste a fuerza de significar cosas contradictorias acabe por no significar nada. No hubo en la transición española nada semejante a una revolución filosófica lo que hoy tenemos es lo que fue la transición desde su mismo principio: Corrupción, corrrupción y corrupción. Nuestros aliados consiguieron a base de dinero lo que no consiguieron en época de Franco por medio del bloqueo y el aislamiento internacional. Y a decir verdad lo han conseguido. La desestructuración territorial. En la revolución Francesa se abandonó el federalismo en sus inicios por la corrupción que se generaba porque del mismo modo que nadie es buen juez en causa propia en la medida en la que la recaudación de impuestos depende de los interesados aumenta el fraude. Por esta razón el Conde Duque de Olivares ya en el siglo XVII recomendaba la unión fiscal y era consciente de que un reino como Francia más pequeño que el imperio español sin embargo era más eficaz porque estaba mejor gestionado y había menos mandangas de los gobiernos regionales, autenticas cloacas de corrupción.
EXPLOSIÓN - IMPLOSIÓN
Los nacionalistas buscan la explosión de la nación desde dentro mediante los nacionalismos, como la propagación de un virus que destruye todo por donde se extiende. Los socialismos buscan la implosión, absorción por el agujero negro común europeo, en un mal de muchos, consuelo de tontos, contentándose al pensar que otros estarán peor que nosotros (creen que ellos escaparán).
Unos exaltan sus deseos irresponsables de independencia, y los otros esconden su responsabilidad culpable haciéndonos depender de extranjeros. Y ambos tienen la misma consecuencia: REVENTAR la nación: por el efecto bomba, o por el efecto aplastamiento.