Grecia quebrará este mismo mes de octubre si no se activa el siguiente tramo del rescate. Por eso, desde diferentes instancias está creciendo la presión en los últimos días para que la troika de instituciones (BCE, FMI y Comisión Europea) que tiene en su mano la ayuda al país heleno dé su brazo a torcer y permita la entrega de los 8.000 millones previstos para el siguiente plazo.
Todo este proceso se ha visto complicado este lunes, cuando se ha sabido que Atenas incumplirá en 2011 el objetivo de déficit que se había marcado (será del 8,5% frente al 7,6% previsto) y que se consideraba un requisito ineludible para acceder al siguiente tramo de la ayuda. Sin embargo, a pesar de esta nueva violación en los compromisos adquiridos por el Ejecutivo heleno, han menudeado las voces que de forma más o menos directa pedían que se hiciera la vista gorda para evitar, de esta manera, que el país entre en bancarrota.
La disyuntiva es clara. Por una parte, si no se le entrega el dinero que necesita, habrá una quiebra en la zona euro (algo que, por otro lado, cada vez está más asumido), con las insospechadas consecuencias que esto tendría. Por otro lado, cada vez que se ha dado una parte del rescate al Ejecutivo de Atenas, éste ha reiterado sus compromisos de reducción del gasto para luego incumplir con la palabra dada a sus socios. Por eso, ahora, Alemania, Holanda o Finlandia no están dispuestas a seguir abriendo la caja si no hay una mínima seguridad de que las medidas serán realmente efectivas.
La posición oficial es que hasta que la troika no emita su nuevo informe no habrá novedades y que dependerá de éste la salida de los ya famosos 8.000 millones. De hecho, varios ministros de Finanzas de la zona del euro no quisieron especular sobre un posible apalancamiento del fondo de rescate (para hacer frente a dificultades por parte de Italia o España), al tiempo que rehusaron entrar a valorar el hecho de que Grecia incumplirá este año el objetivo de déficit.
Almunia: "Lo lógico es que se desbloquee"
Sin embargo, el vicepresidente de la Comisión Europea Joaquín Almunia ha alertado de que el riesgo de contagio de la crisis griega es "proporcional" a la "lentitud" e "ineficacia" en la toma de decisiones en Europa y a la tendencia "abusiva" de algunos países miembros a actuar de forma unilateral. "El riesgo de contagio es evidente" y crece a medida que se tarda en encontrar una "solución" para Grecia que "calme a los operadores y a los mercados", ha afirmado el comisario de Competencia en una conferencia en la Universidad de Alcalá de Henares.
Por este motivo, ha confiado en que antes de la reunión del G-20 en Cannes (Francia), en las sucesivas citas de responsables de la eurozona, empezando por la del Eurogrupo de esta tarde, "la situación griega vaya poco a poco encontrando las respuestas urgentes que precisa" y que ya fueron aprobadas el pasado junio. A su juicio, si se constata que las autoridades griegas están cumpliendo las condiciones del programa de ayuda "lo lógico" es que se desbloqueen los 8.000 millones de euros del segundo tramo de ayudas al país heleno. Para el comisario, "afrontar ajustes en los países con déficit será imprescindible durante años" y requerirá "tenacidad y esfuerzos prolongados", que podrían estar apoyados por los países con superávit si éstos deciden utilizarlos para crear demanda y actividad, ha apuntado.
Bélgica: "Los griegos hacen esfuerzos importantes"
Aún más directo que Almunia se ha mostrado el ministro de Finanzas belga, Didier Reynders, que ha dicho este lunes que espera que la ayuda urgente de 8.000 millones de euros de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para Grecia se desbloquee "en los próximos días". A su juicio, las autoridades helenas han hecho "esfuerzos importantes" en materia de recortes, aunque no vayan a cumplir el objetivo pactado de déficit para 2011. "Espero que hoy o en los próximos días adoptemos la decisión de pagar el tramo complementario a Grecia. Los griegos hacen esfuerzos importantes", ha sostenido Reynders a la entrada de la reunión del Eurogrupo.
El representante belga ha admitido que Atenas se quedará "quizá un poco por encima del objetivo" (8,5% de déficit frente al 7,6% comprometido), pero ha recordado que se encuentra en "recesión" y ha adoptado "medidas excepcionales", entre las que ha citado situar a 30.000 funcionarios en la reserva este año pagándoles el 60% del sueldo. "El objetivo no es que Grecia muera curada, es ayudarla realmente. Ahora hay que examinar las medidas adoptadas por Grecia y quizá decir a algunos de nuestros colegas que, en lugar de mirar todo el tiempo a Grecia, miren a sus parlamentos nacionales", ha dicho Reynders en referencia a Países Bajos, Malta y Eslovaquia, que todavía no han ratificado los acuerdos del 21 de julio. "Si hacen eso, se ayuda a Grecia pero nos ayudamos también a nosotros mismos", ha dicho.
Grecia: no somos "el chivo expiatorio"
Por su parte, el ministro de Finanzas de Grecia, Evangelos Venizelos, aseguró este lunes que aunque su país no es el chivo expiatorio de la zona del euro y aseguró que podrán salir adelante. "Grecia es un país con dificultades estructurales, pero no es el chivo expiatorio de la zona del euro", afirmó Venizelos a su llegada al Eurogrupo que se celebra en Luxemburgo y al que se unirán mañana los ministros de Finanzas de los Veintisiete.
Según el titular griego, "Grecia es un país orgulloso" que tiene "potencial y habilidad para salir adelante a pesar de la profunda recesión acumulada en los últimos tres años del 12 % del PIB". El Gobierno heleno presentó al Parlamento el presupuesto 2012 que incluye una previsión de déficit superior al objetivo marcado para este año como condición para recibir el rescate internacional de 109.000 millones (8,5 %, en lugar del 7,6 % requerido), lo que podría poner en riesgo la entrega del sexto tramo de ayuda, de 8.000 millones de euros.
"Grecia ha decidido todas las medidas difíciles y necesarias para cumplir sus obligaciones hacia sus socios institucionales", afirmó Venizelos, quien además aseguró que el presupuesto para 2012 es "muy ambicioso". "Nuestro objetivo es presentar, por primera vez en muchos años, un superávit primario de 3.200 millones de euros", sostuvo y explicó que la consolidación fiscal y financiera de los últimos dos años ha sido "muy fuerte y muy rápida, y estamos listos para presentar resultados".