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El apetito de los inversores por letras españolas se hunde un 70% en un mes

La subasta de deuda pública celebrada este martes no es ningún éxito. La cobertura en letras a 3 meses se reduce a un tercio y el interés se dispara un 24%.

El Tesoro Público ha logrado colocar 3.225 millones de euros en letras a tres y seis meses. La subasta ha sido vendida inicialmente como un éxito, ya que el Gobierno ha alcanzado casi el máximo previsto de letras vendidas, 3.500 millones de euros.

Sin embargo, el análisis algo más detallado de los datos no arrojan el mismo balance. En primer lugar, el Tesoro no ha logrado su objetivo máximo, colocar 3.500 millones de euros en deuda a corto plazo; en segundo lugar, la demanda se ha desplomado respecto a subastas anteriores; y, por si fuera poco, el Tesoro ha tenido que ofrecer más de un 20% de interés frente a la última subasta de estas características.

En concreto, el Tesoro ha colocado 1.604,1 millones de euros en letras a 3 meses, con una demanda de 3.969,1 millones, lo que arroja una ratio de cobertura de 2,47. En la anterior subasta, celebrada el pasado agosto, la demanda de papel fue tres veces superior, alcanzando una ratio de cobertura del 7,6. Además, el Gobierno ha tenido que pagar un interés medio del 1,69%, un 24% superior al de agosto (1,357%).

Mientras, el Tesoro ha vendido 1.621 millones de euros en letras a seis meses. En este caso, la demanda ascendió a 6.411 millones, lo que implica una cobertura de 3,95 veces, algo más que en la anterior subasta de agosto (3,6). Pero, igualmente, el interés ofrecido fue superior: 2,66% frente al 2,187% de la subasta previa, lo cual implica que los contribuyentes tendrán que pagar un 21% más.

Si se amplía algo la perspectiva, el resultado es aún peor. Y es que, el interés medio ofrecido en las últimas seis subastas de letras a 3 meses -de menor riesgo que las de seis- fue del 1,41%, casi un 20% inferior a la colocación de este martes. Asimismo, la ratio de cobertura media fue de 6,46 veces por este tipo de papel, muy superior a la demanda actual.

El problema de este tipo de letras es que el Estado refinanciar su deuda a muy corto plazo y a un interés mayor. "Invertir en deuda a corto plazo a estos precios es muy atractivo por lo que no es de extrañar que haya ido bien [que se haya colocado], pero estos niveles no son sostenibles a largo plazo", advierte Jo Tomkins, analista de la consultora 4Cast, informa Reuters.

Además, otro dato a tener en cuenta es que el impacto de las compras de deuda por parte del Banco Central Europeo (BCE) sobre el interés del papel español parece diluirse poco a poco. Así, desde que el banco central intervino en el mercado de deuda nacional el pasado agosto, el Gobierno aprovechó esta ventaja para emitir bonos y letras a un coste financiero inferior. La operación funcionó en las cuatro primeras subastas, en donde el Tesoro logró colocar deuda a un menor interés.

Pero la racha se rompió la semana pasada, cuando vendió 4.460 millones en letras a 12 y 18 meses, pero a un interés superior al de agosto, a diferencia de lo acontedido en las cuatro emisiones consecutivas previas. La subasta de este martes viene a ratificar ahora esta tendencia de mayores costes financieros y menor demanda por parte de los inversores privados.

Y eso, que la prima de riesgo española, el diferencial con el bono alemán a 10 años, se ha reducido hasta los 330 puntos básicos en los últimos días, al igual que el riesgo de quiebra, en base al mercado de credit default swaps (CDS, seguros de impago). Por si fuera poco tampoco parece que haya surtido efecto entre los inversores los últimos rumores acerca de la posibilidad de incrementar y reforzar el actual Fondo de rescate europeo. En definitiva, los datos de las últimas dos subastas de deuda muestran que el apetito del mercado por las letras y bonos españoles se está reduciendo -menos demanda y mayor interés-, lo cual no es síntoma para celebración alguna.

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