En las últimas semanas, organismos públicos y privados de toda índole han confirmado la ralentización económica que se está registrando a nivel global. El último ejemplo son las previsiones elaboradas por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Pese a ello, por el momento, las grandes entidades públicas se resisten a hablar de una nueva recesión, advirtiendo tan sólo sobre el riesgo creciente de que ésta, finalmente, se produzca.
Sin embargo, PIMCO, el mayor fondo de renta fija del mundo, estima ya de forma oficial que la economía europea sufrirá una nueva recaída mientras que la actividad en EEUU permanecerá estancada durante 2012.
Habrá poco o ningún crecimiento en los países industrializados durante los próximos 12 meses. En concreto, los analistas del fondo consideran que el PIB europeo caerá entre un 1% y un 2%, mientras que la economía estadounidense no crecerá el próximo año. Como resultado, el PIB mundial apenas avanzará un 2,5% frente al 4% que estima el FMI.
"Para los próximos 12 meses, la economía global se desacelerará significativamente en las economías avanzadas, que luchan por crecer muy por encima de cero", según Mohamed A. El-Erian, director ejecutivo de PIMCO. "Las economías emergentes mantendrán un crecimiento más rápido, aunque no tan elevado como en los últimos 12 meses".
Estas estimaciones contrstan con las realizadas recientemente por el FMI:
Indicador adelantado del PIB europeo
En cuanto a la economía europea, el índice económico adelantado (LEI) elaborado por The Conference Board para la zona euro registró un fuerte descenso del 1,4% en el mes de agosto, según anunció el instituto en un comunicado, en el que alerta de que la crisis de deuda pública y las dudas sobre su resolución han empezado a frenar la actividad económica en la zona euro.
El indicador, elaborado mediante la combinación de ocho referencias macroeconómicas como, entre otras, los diferenciales de los tipos de interés, la confianza económica, la masa monetaria o los permisos de construcción, registró en agosto un retroceso del 1,4%, hasta 107,1 puntos, tras subir una décima en julio y haber caído dos décimas en junio, informa Europa Press.
"El LEI para la eurozona descendió fuertemente en septiembre debido al grave deterioro de la confianza de los empresarios y de los precios de las acciones que aún continúa en el mes de septiembre", explicó el economista jefe de la entidad para Europa, Jean-Claude Manini. Además, añade que la perspectiva de una crisis bancaria y los crecientes temores a una recesión se están reforzando y no puede descartarse una contracción económica en el "muy corto plazo".