Ha sido anunciar su marcha del Banco Central Europeo y soltarse la melena. El economista jefe saliente del BCE, Jurgen Stark se ha mostrado muy preocupado por el futuro de la moneda única. Tanto es así que ha señalado que los crecientes problemas de deuda pública en los gobiernos de la zona euro amenazan la existencia misma del euro.
Estas declaraciones de Stark, que aparecen en un documento en la web del Banco Central Europeo (junto a las de otros economistas), son inusuales en tanto en cuanto es la primera vez que un banquero central de alto rango se pronuncia con la gravedad que lo ha hecho Stark. Además, son frases que contradicen al presidente del BCE.
En este documento, Stark rechaza también las nuevas medidas que se han sugerido para fortalecer la UE. Concretamente se refiere a los controles sobre el gasto de los gobiernos nacionales. Es "insuficiente", dice Stark, que lo que sugiere es cambiar los gobiernos de los países díscolos por gestoras que supervisen las finanzas de estos países. Se refiere concretamente a Grecia, Irlanda y Portugal.