El Gobierno de Grecia mantuvo este lunes una teleconferencia con la troika de supervisores internacionales (UE, FMI y BCE), que calificó de "productiva", pocas horas después de prometer que acelerará las reformas ya aprobadas y planteará nuevos recortes. "La teleconferencia se produjo en un clima productivo y concreto", indicó en un comunicado el Ministerio de Finanzas heleno tras la conclusión de unas conversaciones de 180 minutos que se retomarán mañana a las 16.00 GMT.
Los socios europeos de Atenas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han aumentado la presión sobre Grecia al inicio de una semana que el Ejecutivo heleno calificó de "crucial" en la crisis de la deuda que se abate desde hace dos años sobre el país y que afecta a toda la Eurozona. La impaciencia de los acreedores con los retrasos de Atenas en aplicar las reformas ha llevado a amenazar con cortar la ayuda externa, cuya entrega depende de una evaluación favorable por parte de los supervisores internacionales.
Los expertos de la troika se marcharon de forma abrupta de Grecia el pasado 2 de septiembre cuando constataron que el Gobierno no había avanzado con sus promesas de aplicar las reformas necesarias para sanear la economía y reducir este año el déficit hasta el 7,6%. Atenas necesita con urgencia los 8.000 millones de euros del sexto tramo del primer recate, valorado en 110.000 millones de euros y aprobado en 2010, para pagar sueldos públicos y pensiones ya que apenas cuenta con liquidez hasta octubre.
En las conversaciones participaron el ministro de Finanzas griego, Angelos Venizelos; Poul Thomsen, por parte del FMI; Mathias Mors por parte de la Unión Europea (UE); y Claus Masuch, del Banco Central Europeo (BCE). La sociedad griega afronta con la respiración contenida la decisión de los inspectores internacionales y las posibles consecuencias que puedan conllevar más medidas de austeridad y despidos de empleados públicos. Los medios griego ya hacen mención al despido hasta 2015 de 100.000 funcionarios de los alrededor de 750.000 del país, además de enviar a otros 50.000 a la "reserva", un paso previo al despido.
En la teleconferencia de este lunes se abordaron la intensidad y velocidad en la aplicación de las medidas de reducción del déficit a las que Grecia se ha comprometido a cambio de recibir fondos para evitar la quiebra, según explicaron a Efe fuentes del Gobierno. Una vez que la "troika" acuerde la aplicación de las posibles medidas, se espera que los jefes de misión regresen a Atenas para concluir el informe.
A pesar de los continuos anuncios de Atenas, como el reciente impuesto inmobiliario para recaudar 2.000 millones, hasta ahora pocas medidas han acabado pasando de la teoría a la práctica. Así se lo recordó el representante permanente del FMI en Atenas, Bob Traa, quien afirmó: "La pelota está en el tejado griego. La aplicación es la esencia". "Grecia ha hecho importantes progresos pero se necesitan cambios estructurales fiscales y económicos", subrayó.
Traa confirmó además que Grecia cumplirá en 2012 su cuarto año consecutivo en recesión y que la economía caerá un 2,5 por ciento, y que el crecimiento no llegará hasta 2013. También lamentó el retraso del ambicioso programa de privatizaciones de empresas y bienes estatales, con el que el Gobierno pretende recaudar 50.000 millones de euros hasta 2015.
El propio Venizelos coincidió con Traa en una conferencia que el sector público griego es demasiado grande y en la necesidad de cumplir con los compromisos para recaudar 78.000 millones de euros hasta 2015 gracias a recortes y privatizaciones. En respuesta a los mayores recortes y despidos que se temen, la Confederación de Funcionarios del Estado (ADEDY) ha convocado una manifestación para mañana y reiteraron su llamamiento a una huelga nacional del sector público para el 6 de octubre. "Al gobierno no le ha quedado ningún margen para trazar una línea roja sobre las medidas drásticas a aplicar", aseguró a Efe un analista griego que solicitó el anonimato.