La Unión Europea tiene una hoja de ruta para salir de la crisis de deuda muy diferente a la de Barack Obama. Este viernes, se producía una histórica reunión del Ecofin (los ministros de Finanzas de la UE) a la que por primera vez asistía un secretario del Tesoro norteamericano, Tim Geithner. El enviado de Obama tenía como objetivo, entre otras cosas, convencer a sus colegas europeos de que apoyasen los esfuerzos del BCE en la compra de bonos de las economías periféricas. Sin embargo, Alemania, Finlandia u Holanda no está dispuestas a seguir financiando sin fin a sus vecinos del sur de Europa.
Se esperaba que la presencia de Geithner pudiera servir como elemento de presión y que podía servir para inclinar la balanza en favor de los países en problemas (especialmente Italia y España), en sintonía con las intenciones del BCE y de la Comisión Europea. Sin embargo, los ministros han decidido seguir con su propio rumbo, que incluye duras exigencias a todos los estados en dificultades para que recorten su gasto público. La eurozona hizo caso omiso a las presiones de EEUU para que la UE estimule la economía y potencie el fondo de rescate. La reunión no ha servido para adelantar soluciones a la crisis y proceder al segundo rescate financiero de Grecia, valorado en 160.000 millones de euros
De esta manera, el bloqueo del segundo rescate heleno continuará hasta octubre. Alemania no va a consentir el rescate sin condiciones y Finlandia continúa con su veto, lo que le ha recibido duras críticas de EEUU. De hecho, el Gobierno estadounidense querría una mayor monetarización, más gasto para reactivar la economía en lugar de recortes (es decir, algo parecido a lo que han planteado en su propio país). Pero los socios europeos no están dispuestos a seguir este camino.
Eso sí, el presidente estadounidense no sé da por vencido y seguirá batallando la próxima semana durante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Obama llegará a Nueva York el lunes y se quedará hasta el miércoles, cuando tiene lugar su discurso. En este tiempo, se reunirá con la presidenta brasileña, Dilma Roussef, y el miércoles con el jefe de Estado francés, Nicolas Sarkozy; el primer ministro británico, David Cameron, y el nuevo jefe de Gobierno japonés, Yoshihiko Noda. Está por ver si el demócrata consigue cara a cara lo que su enviado no logró este viernes.
El miércoles, Obama intervendrá con un discurso ante la Asamblea General, acudirá a la Iniciativa Global Clinton. El presidente estadounidense tiene previsto reunirse también con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para abordar vías que permitan relanzar el proceso de paz, aunque el momento preciso de la reunión aún no está cerrado, según informó la Casa Blanca.