El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha restado peso a la zozobra de la economía de su país y ha señalado que "el problema no es de Italia, sino de la credibilidad europea".
Berlusconi se ha pronunciado así tras reunirse con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, con el que ha discutido la situación de la economía transalpina, cuyo Parlamento aprobará mañana un plan de ajuste presupuestario para el próximo bienio por valor de cerca de 54.000 millones de euros.
"El propio Barroso ha señalado la solidez y fuerza de la economía italiana", ha apuntado Berlusconi en declaraciones a los medios tras una reunión que Il Cavaliere ha tildado de "muy productiva", según recoge EFE.
Para poner fin a las amenazas a la divisa única, el primer ministro italiano cree que la respuesta se encuentra en "una mayor gobernanza económica comunitaria".
"Hay que concentrarse en una gobernanza común, no puede ser que cada país tenga su política fiscal o financiera distinta, no puede ser que un país como Eslovenia pueda poner objeciones al rescate griego, por ejemplo", ha explicado el primer ministro italiano. "Europa tiene la cabeza pequeña y el cuerpo demasiado grande", ha añadido.
Berlusconi no ha respondido a ninguna pregunta sobre su ausencia este martes ante la justicia napolitana, una citación pendiente que ha ignorado para reunirse con la cúpula de la UE tanto en Bruselas como en Estrasburgo.
Tras sendas visitas oficiales al presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, en Bruselas, y al propio Barroso, Berlusconi ha mantenido un encuentro de cortesía con el presidente del PE, Jerzy Buzek.
Coincidiendo con su pequeña gira europea de este martes, la prima de riesgo de Italia superaba este martes los 400 puntos básicos, situándose en niveles de principios de agosto, y el Tesoro italiano tuviera que colocar bonos a 5 años, por un valor de 3.865 millones de euros, con una rentabilidad del 5,6 %, lo que supone el nivel más alto alcanzado por este tipo de deuda desde el nacimiento del euro