Verdaderamente, el paradigma de "especulador" que persigue un "lucro asqueroso" es Zapatero, cuando compró deuda griega por valor de unos 9.800 millones de euros:
_http://www.libertaddigital.com/economia/activado-el-plan-de-rescate-a-grecia-dotado-con-110000-millones-de-euros-1276391693/
Así pues, Zapatero es ambas cosas:
- "Especulador", por sus propias declaraciones en las que subrayaba el por entonces alto interés al que se ofrecía esa deuda, "lo que nos iba a beneficiar mucho".
- "Lucro asqueroso" porque para ese movimiento torpemente especulativo, usó el dinero de todos los españoles. Ahora no vamos a cobrar lo prestado (ni sus intereses, huelga decirlo) pero sí vamos a tener que pagar los intereses de la deuda que hubo que emitir para poder prestar a Grecia, y a un interés mayor que el que entonces ofreció Grecia.
Así nos va.
Un saludo.
Decía Adam Smith que gracias al ánimo de lucro del panadero y del cervecero podíamos disponer de pan y de cerveza por unas monedas.
Más que al ánimo de lucro de unos tengo miedo de la ambición de poder de otros que incluye también al primero.
El pavo quiere democratizar el mercado ¿Eso cómo es? ¿Decidir por mayoría la inmediata salida de la crisis? Ya puestos podíamos aprobar también una prosperidad mundial sin precedentes y la vida eterna. No, me parece que por ahí no van los tiros. En el mercado elegimos arriesgando nuestro dinero, éste lo que pretende es arriesgar el dinero de otros o directamente robarlo. Nada nuevo: es la vieja confiscación socialista, la sublimación del latrocinio.
La democratización socialista es conseguir que una mayoría decida que nadie puede decidir y todos debamos entregar vida y hacienda a la casta política. La ley no es otra cosa que el respeto a la libertad del prójimo, la garantía de que nadie será atropellado si convive en paz. Se entiende bien que en tanto el socialismo deviene en negación de lo privado, de los derechos individuales, de la libertad, es un poder delincuente. La permanente conculcación del Estado de Derecho que perpetra el gobierno socialista no es táctica ni contingente sino fiel ortodoxia, escrupulosa sujeción a la esencia de un socialismo que reclama poder omnímodo, como cualquier banda criminal.
Señor catedrático, la culpa de lo que nos pasa radica en los malvados privilegios, como esos de que usted goza, como eso de apoltronarse en una cátedra vitalicia y poder soltar las chorradas que se le antojen sin temor a que alguien más inteligente y honrado les desplace en un libre mercado. El mérito y la objetividad de lograr una oposición es bien discutible, lo que no parece discutible es que constituye un privilegio y la pregunta inmediata es por qué tiene que haberlos, aunque se obtengan en buena lid. Responda a eso si puede, porque yo no creo que el ánimo de lucro mueva al mundo –no es preciso ser un mercenario para luchar contra el cáncer socialista- pero sí el ansia de justicia; por eso me trae al pairo las razones de cada cual para actuar, pero me fijo mucho en que sus medios sean legítimos, es decir, respeten las reglas de juego.