El tiempo se agota. El 30 de septiembre se cumple el plazo para que la reestructuración del sector financiero haya finalizado. Por el momento, sólo CaixaBank, Bankia y Banca Cívica han conseguido llevar a cabo su conversión, aunque Caja España-Duero y Unicaja aprobaron ayer un proyecto de unión que dará lugar al tercer banco español (por tamaño).
El resto de entidades no han logrado hasta ahora cumplir con las exigencias del Banco de España y todo apunta a que necesitarán más tiempo para recapitalizarse. El organismo que dirige Miguel Ángel Ordóñez (MAFO), consciente de la situación, ha puesto en revisión la necesidad de capital de las cinco cajas que presentan déficit de capital, según informa el diario el Economista. El análisis se llevará a cabo antes de examinar los planes de recapitalización y será un punto determinante a la hora de aprobarlos.
El Banco de España ha sido el primer interesado en facilitar esta revisión, ya que sus resultados van a repercutir directamente en los presupuestos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Si las cajas no logran alcanzar los requisitos de capital que se les exige, sería el FROB el encargado de inyectar la liquidez necesaria para financiar las operaciones y todo apunta a que este desembolso está siendo mayor de lo esperado inicialmente.
Por ahora, solo CatalunyaCaixa ha acudido a los organismos públicos para cumplir con sus requisitos de solvencia (el FROB tendrá que desembolsar 1.700 millones). Unnim tampoco ha conseguido completar el proceso y baraja tanto la posibilidad de acudir al FROB como la de presentar, antes del domingo, una prórroga para evitar la intervención.
Novacaixagalicia ya ha tomado una decisión. Ayer sus directivos acudieron a la sede del Banco de España para explicarles su proyecto e intentar convencerle de las ventajas de un aplazamiento. La entidad ha recibido el interés de una docena de fondos de inversión y de fortunas gallegas para participar en la creación de su banco NGC, aunque su entrada está condicionada por la valoración final que efectúe regulador y por la delicada situación de los mercados.
BMN seguirá los pasos de la gallega, y este jueves acudirá también a la sede para pedir más tiempo. Liberbank, que se encuentra en una situación similar, también tiene previsto reclamar una prórroga antes del domingo.
Conceder más tiempo a las cajas podría desprestigiar el plan de recapitalización del Banco de España, pero de no hacerlo el Estado se encontraría con un agujero de casi 6.000 millones de euros (al sumar las necesidades de las cinco anteriores), un motivo más que suficiente para que se apruebe la nueva prórroga.
Esta situación, unida a que el rescate de la CAM le ha costado al Estado hasta ahora 4.000 millones y de que colocarla en manos privadas está siendo más difícil de lo esperado, pone en peligro la sostenibilidad de las cuentas públicas.
Ayer el diario The Wall Street Journal (WSJ) perfilaba al Santander, BBVA y Caixabank como los potenciales compradores de activos de la entidad. Según el diario Expansión para que se hiciese efectiva la operación, los posibles compradores exigirían al organismo supervisor un esquema de protección de activos (EPA) en el contrato. El EPA establece que el comprador adquiere los activos que pueden tener unas perdidas hasta un determinado umbral, pasado ese margen el resto de las perdidas serían asumidas por el Estado.
Esa es la condición que estaría estudiando el Banco de España, dar garantías de sus propios fondos al comprador de la CAM para deshacerse de ella, una opción que es muy probable que acepte.