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Italia, paralizada por la huelga general contra el plan de ajuste de Berlusconi

Aunque el seguimiento ha sido desigual, los sindicatos han conseguido una gran participación en el sector del transporte.

Italia ha sufrido un colapso casi total a causa de la huelga de ocho horas convocada por el sindicato mayoritario italiano CIGL contra el plan de ajuste económico del Gobierno de Silvio Berlusconi, en el mismo día en que las medidas de austeridad llegan al Senado. Aunque el seguimiento ha sido muy desigual, los sindicatos sí han tenido éxito en el sector del transporte, lo que ha ayudado a la sensación de caos y de colapso en el país. En España también se ha sentido la huelga, especialmente en lo que hace referencia al transporte aéreos. Para este martes, había tiene programadas un total de 271 operaciones con el país transalpino, de las cuales, a las 14.30, ya se había producido la cancelación de 37 vuelos de llegada y 44 de salida, según han informado a Europa Press fuentes de AENA.

La huelga se prolongó durante ocho horas, desde las 9 horas local a las 17 horas en casi cien ciudades, entre las que destacan las principales del país y en la que participaron los dos grandes partidos de la oposición, el Partido Democrático (PD) e Italia de los Valores (IDV).

Según datos del sindicato, hasta mediodía se había producido un seguimiento de la huelga del 60 % en todo el país, en varios sectores, como los transportes públicos, los museos nacionales (que cerraron por falta de personal) o las líneas aéreas, pero posteriormente no ofrecieron más cifras. Por su parte, el ministro de Administraciones Públicas e Innovaciones, Renato Brunetta, aseguró que la adhesión a la huelga fue del 3 al 4 por ciento.

Aeropuertos

Los efectos más caóticos de la huelga se sintieron en los aeropuertos italianos de Fiumicino y Ciampino en Roma, donde se cancelaron hasta 100 de los 220 vuelos previstos y donde largas filas de turistas aguardaban ante los mostradores de la distintas compañías para exigir información sobre sus aviones. En los aeropuerto milaneses, un total de 144 vuelos fueron cancelados a causa de la huelga, 106 en Malpensa y 38 en Linate, informan medios italianos. La huelga de transporte público paralizó prácticamente Roma hasta las 17 hora local en que finalizó la protesta.

Otro de los efectos de la huelga fue que la edición de hoy de el periódico Il Corriere della Sera no salió a los quioscos porque los tipógrafos se adhirieron al parón. También el equipo nacional de baloncesto quedó bloqueado en Riga (Letonia) por la cancelación de todos los vuelos a Italia y sólo una pequeña parte de ellos logró partir hacia Milán, informan los medios.

En el resto de Italia, las manifestaciones más importantes se registraron en Bolonia, Turín, Milán, Florencia y Nápoles.

En Milán, la entidad financiera más importante de Italia, Unicredit, fue objetivo de lanzamiento de huevos al pasar la manifestación por la sede de la bancaria, en Piazza Cordusio, para luego hacer lo propio contra la Banca Popolare de Novara en Via Margherita. Después, unos 300 manifestantes se acercaron a Piazza Affari, donde se encuentra la sede de la Bolsa de Italia, y que se encontraba blindada por fuerzas de seguridad.

En Florencia, entre 15.000 y 20.000 personas, entre las que figuraban muchos alcaldes y administradores locales, recorrió algunos tramos del centro de la ciudad sin incidentes.

Sin embargo, en Nápoles, tercera ciudad italiana, ocho policías resultaron heridos por la explosión de un petardo.

Los planes del Gobierno

La CIGL protestó contra los últimos planes económicos elaborados por el Gobierno, uno de austeridad de 12 de agosto de 45.500 euros y otro anterior del 15 de julio con el que se pretende alcanzar el equilibrio presupuestario en 2013.

El sindicato denuncia que los dos planes de austeridad, el presidente del Gobierno Silvio Berlusconi "ha impuesto más tasas a los trabajadores y a los jubilados, ha recortado los servicios y la sanidad, sin garantizar el equilibrio de las cuentas públicas ni favorecer el crecimiento y la ocupación". "Este plan son recortes, recortes, y más recortes a las clases trabajadoras, sin tocar los privilegios de la clase política", dijeron a Efe algunos de los participantes de la marcha en Roma.

A la manifestación de Roma, en la que se entonó el himno partisano Bella Ciao, asistieron representantes de los colectivos más golpeados por los ajustes, como jubilados, jóvenes o funcionarios, además de representantes de la policía, de la enseñanza, de la justicia, del cuerpo forestal o del comercio exterior, que también protestaron contra las medidas anticrisis.

Uno de los puntos más contestados fue el artículo 8 del plan de ajuste, que permite modificar el artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores, que garantiza la tutela en caso de despido de los empleados. "Esto significa simplemente el despido libre", dijo a Efe la secretaria general del CGIL, Susanna Camusso.

Últimas medidas aprobadas este martes

Entre las medidas aprobadas los últimos días en el plan de austeridad del país transalpino, el Gobierno italiano decidió este martes introducir una subida de un punto porcentual del IVA, del 20 al 21 por ciento.

A esta nueva modificación del contenido del texto, que llegó este martes al pleno del Senado para su discusión, se suma la introducción de un gravamen del 3 por ciento sobre las rentas que superen los 300.000 euros anuales.

En un principio el Ejecutivo había informado de que se iban a tasar las rentas superiores a los 500.000 euros, sin embargo el ministro de Defensa, Ignazio La Russa, tras una reunión del Consejo de Ministros, anunció ante la prensa que la cifra se rebajaba a los 300.000 euros.

Se incluirá, además, una enmienda al texto para el retraso progresivo de la edad de jubilación de las mujeres en el sector privado, de 60 a 65 años, a partir de 2014.

Asimismo, la sede de la presidencia del Gobierno informó de que en un Consejo de Ministros que se celebrará el próximo jueves se aprobará que se introduzca en la Constitución la "regla de oro" sobre el equilibrio presupuestario.

Se trata de las últimas medidas adoptadas en una reunión en Roma por la mayoría gubernamental y que se suma a las numerosas modificaciones que ha sufrido el texto desde que fuera aprobado por el Ejecutivo en un Consejo de Ministros el pasado 12 de agosto y que preveía un ajuste presupuestario de 45.500 millones de euros para el próximo bienio.

La junta de portavoces anunció, además, su decisión de fijar la votación final del texto en el Senado para el miércoles, siguiendo así los deseos de la mayoría conservadora en el poder de acelerar los tiempos de aprobación del documento.

El Gobierno busca aprobar las medidas por la vía rápida

De forma paralela, el Gobierno anunció su decisión de plantear una cuestión de confianza en el Senado para aprobar por la vía rápida el plan de ajuste. El uso de las llamadas cuestiones de confianza es una estrategia muy utilizada por los ejecutivos italianos para acelerar la aprobación de las leyes, ya que permite saltar el debate de enmiendas y el parlamentario.

Tras su paso por el Senado, de ser aprobado, el texto pasaría a la Cámara de los Diputados para su ratificación definitiva.

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