La mayoría de los finlandeses se opone a la participación del país nórdico en el segundo programa europeo de asistencia financiera a Grecia, acordado en Bruselas el pasado junio, según un sondeo de opinión publicado este viernes por el periódico económico Talouselämä.
La encuesta, realizada la semana pasada, revela que el 49% de los finlandeses rechaza el segundo rescate griego, valorado en 159.000 millones de euros, mientras que el 34% está a favor y el 17% restante no tiene una opinión clara, informa Efe.
Los votantes del partido conservador Kokoomus del primer ministro Jyrki Katainen son los más favorables a participar en el rescate griego, seguidos de los simpatizantes del Partido Socialdemócrata de la titular de Finanzas, Jutta Urpilainen, y de los Verdes.
Los más críticos son los votantes de la fuerza ultranacionalista Verdaderos Finlandeses, el principal partido de oposición, ya que casi el 90% se opone a financiar nuevos rescates financieros a países endeudados.
La misma encuesta muestra además que los finlandeses tienen cada vez menos confianza en la moneda única, debido a los problemas financieros que afectan a toda Europa y, en particular, a países como Grecia, Irlanda y Portugal.
Aunque la mayor parte de los ciudadanos sigue apoyando la permanencia de Finlandia en la zona euro, sólo el 47% opina que la adopción de la moneda única ha sido más beneficiosa que perjudicial para el país nórdico. Hace sólo un año, esa cifra ascendía al 71%, según un estudio realizado entonces por la Comisión Europea.
Finlandia negocia actualmente con el resto de países de la zona del euro su participación en el segundo rescate financiero de Grecia, para el que exige algún tipo de garantía colateral.
Varios de sus socios europeos, entre ellos Alemania, se oponen al acuerdo bilateral suscrito por Helsinki y Atenas el pasado 16 de agosto por el que Grecia aceptó garantizar parte de los 1.400 millones de euros que aportará Finlandia al rescate griego. Otros países, como Holanda, Austria, Eslovenia y Eslovaquia, han anunciado que tampoco aceptarán pactos bilaterales y han exigido recibir las mismas garantías que Finlandia.