La bolsa española perdió el 9,47 por ciento en agosto, mes condicionado por los problemas de la deuda estadounidense y europea y por el temor a que la economía mundial se encamine a una nueva recesión.
La bolsa española, además de registrar la mayor caída mensual desde noviembre pasado, cuando cedió el 14,29 por ciento en vísperas del rescate irlandés, vivió también el peor mes de agosto desde 1998, cuando la devaluación del rublo y los problemas políticos en Rusia provocaron un descenso del 21,24 por ciento.
Pero la mayoría de las principales plazas europeas concluyeron este mes con pérdidas mayores, ya que Fráncfort bajó el 19,19 por ciento; Milán, el 15,57 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 13,79 por ciento; París, el 11,33 por ciento, y Londres, calmados los disturbios, el 7,23 por ciento.
En cuanto a la evolución de otros mercados de renta variable, en Asia, Tokio, con la revalorización del yen, la rebaja de la deuda y la dimisión del primer ministro Kan, bajó el 8,93 por ciento, en tanto que Hong Kong cayó el 8,49 por ciento, mientras que en América el SP 500 cedía el 5,5 por ciento; el tecnológico Nasdaq algo más del 5 por ciento y el Dow Jones de Industriales, el 4,3 por ciento.
Un mes negro marcado por la crisis de deuda
El mes empezó con pérdidas continuadas por la tardanza en alcanzar los políticos estadounidenses un acuerdo sobre la deuda y el techo de gasto, que estuvo a punto de provocar la suspensión de pagos de la mayor economía del mundo.
Además, surgieron nuevas presiones sobre los bonos europeos por las dudas generadas respecto al acuerdo alcanzado el 21 de julio sobre el segundo rescate griego.
Contra esta situación actuó el Banco Central Europeo (BCE), que el día 7 anunció que compraría deuda española e italiana, lo que permitió que se redujera el acoso de los especuladores sobre los bonos europeos y que el rendimiento de los títulos nacionales bajara del 6 al 5 por ciento y que la prima de riesgo bajara de 400 a menos de 300 puntos básicos, niveles de noviembre de 2010, antes de la ayuda a Irlanda.
Sin embargo, la decisión de la agencia de medición de riesgos Standard and Poor's de rebajar la calificación crediticia de los Estados Unidos de "AAA" a "AA+", adoptada dos días antes, seguía afectando al mercado.
Así, con ocho sesiones consecutivas a la baja desde el inicio de agosto, más la última de julio, la bolsa española había caído hasta el mínimo anual de cierre de 7.966 puntos y acumulaba en estos nueve días un retroceso del 17 por ciento.
El temor a la desaceleración de los Estados Unidos y la llegada de una nueva recesión también sobrevoló el mercado todo el mes. Los datos del PIB estadounidense del segundo trimestre, que creció el 1 por ciento, acompañados de malos datos de crecimientos en Europa (el PIB español aumentó el 0,2 por ciento), alentaban esta sensación.
Sin embargo, se conocieron algunas estadísticas favorables de consumo y actividad estadounidenses, como la mejora del gasto y los ingresos personales, que contribuyeron a cambiar la tendencia vendedora a final de mes, informa EFE.
Otro factor que contribuyó a limitar las pérdidas desde mediados de mes fue la prohibición de las ventas a corto por Francia, España, Italia y Bélgica.
En España, los dos mayores partidos, PSOE Y PP, promovían una reforma para incluir en la Constitución un límite de déficit público, y en varios países europeos, como Italia y Francia, se acometían nuevos recortes presupuestarios para "contentar a los mercados".
Finalmente, el mercado rentabilizaba en las últimas sesiones la posibilidad de que el próximo mes la Reserva Federal -banco central estadounidense- inyecte más dinero al sistema para estimular la economía.
En cuanto a la evolución mensual de las empresas de principal indicador del mercado nacional, las integrantes del IBEX 35, compuesto provisionalmente por treinta y cuatro compañías, bajaron treinta y dos y subieron dos.
La mayor caída correspondió a ArcelorMittal, el 29,36 por ciento, perjudicada por las malas previsiones económicas, mientras que la aerolínea IAG bajó el 26,93 por ciento, seguida de la antigua Telecinco, con un retroceso del 22,87 por ciento.
Con pérdidas comprendidas entre el 10 y el 20 por ciento concluyeron el mes nueve compañías: Gamesa; BBVA; OHL; Acerinox; Endesa; Caixabank; Banco Santander; Técnicas Reunidas, y Abengoa.
La prohibición de ventas a corto favoreció a Banco Sabadell, que acabó el mes con una subida del 5,56 por ciento, y a Banco Popular, que avanzó el 0,53 por ciento.
En cuanto al resto de los grandes valores, Iberdrola se depreció el 9,44 por ciento en agosto, mientras que Repsol bajó el 8,88 por ciento, a pesar de que el petróleo Brent repuntó y de que los rebeldes a Gadafi ocuparon Trípoli, y Telefónica, el 6,69 por ciento.