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La economía española crece la mitad en el segundo trimestre

En tasa interanual, la economía española moderó su crecimiento hasta el 0,7% frente al incremento del 0,9%.

La economía española ralentizó su crecimiento dos décimas en el segundo trimestre del año, hasta el 0,2% en tasa intertrimestral, frente al 0,4% que creció en el primer trimestre de 2011, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En tasa interanual, la economía española moderó su crecimiento hasta el 0,7% frente al incremento del 0,9% registrado en los tres primeros meses del año, informa Europa Press. Estos datos confirman los avanzados por el organismo estadístico el pasado 16 de agosto, aunque el INE ha aprovechado para revisar al alza las cifras del primer trimestre, de forma que la economía creció un 0,4% en tasa intertrimestral entre enero y marzo, frente al 0,3% que se había planteado inicialmente, y un 0,9% en tasa interanual, frente al 0,8%.

Con este crecimiento en el segundo trimestre, el PIB encadena tres trimestres en positivo y cuatro de crecimiento interanual, lejos de las tasas negativas que experimentaba hace más de un año, aunque el ritmo de recuperación se ha desacelerado después de que la contribución negativa de la demanda nacional se haya ampliado un punto y medio, hasta los -1,9 puntos, mientras que la demanda externa ha duplicado su aportación.

La desaceleración del crecimiento en el segundo trimestre se explica, sobre todo, por la reducción del gasto en consumo final que cayó un 0,4% tras un año en positivo debido a la caída del 0,2% del consumo final de los hogares y la caída del 1% del consumo de las administraciones públicas.

Detrás de este "desfavorable" resultado del consumo de los hogares está el hecho de que la comparación se realiza con un periodo de 2010 en el que se alcanzó el máximo del ciclo del gasto, debido, sobre todo, al anticipo de las compras que realizaron los hogares antes del incremento de IVA que entró en vigor en julio del año pasado.

Aún así, la remuneración de los asalariados, principal recurso de los hogares para afrontar el gasto en consumo, continúa presentando un crecimiento negativo, una décima más incluso que en el trimestre precedente (del -0,4% al -0,5%).

El consumo en bienes sigue mostrando un ritmo más desacelerado, especialmente en el caso de los bienes duraderos, mientras que el gasto realizado en el territorio económico (consumo interior) es menor y crecimiento es positivo (del 1% al 0,5%) gracias al incremento de la actividad turística.

El gasto en consumo final de las administraciones públicas repuntó negativamente en el segundo trimestre, desde el 2,6% hasta el -1% en tasa interanual, una caída similar a la de los últimos trimestres de 2010. Esta reducción se observa en la remuneración de los asalariados de las administraciones públicas y en las compras de bienes y servicios por parte de las mismas.

Aumenta la contracción de la inversión

La formación bruta de capital fijo, por su parte, aumentó su contracción en siete décimas, al pasar del -6% al -6,7%. La tasa interanual de sus tres componentes, a escala agregada, es negativa, aunque menos intensa en los bienes de equipo y los otros productos que en el caso de la construcción. La demanda de inversión de bienes de equipo redujo cuatro puntos su crecimiento (del 0,3% al -3,7%) y volvió a negativo tras cuatro trimestres en los que había experimentado tasas positivas. Esto se debe a la evolución desfavorable del Índice de Producción Industrial, la cifra de negocios y la exportación de este tipo de bienes.

El decrecimiento de la formación bruta en construcción se atenuó en más de un punto, desde el -10,4% al -9,3%, gracias al comportamiento menos desfavorable de la obra en infraestructuras en este trimestre y a la lenta pero continua evolución de la obra en vivienda con caídas cada vez más moderadas.

Se duplica la contribución de la demanda externa

Por otro lado, la contribución de la demanda exterior neta de la economía al PIB se duplicó en este periodo, al pasar de 1,3 puntos a 2,6 puntos. Este resultado se debe a la desaceleración tanto de las exportaciones como de las importaciones, que llegan incluso a registrar cifras negativas.

Las exportaciones de bienes y servicios atenúan su crecimiento (del 12,1% al 8,4%) en sintonía con la desaceleración de las economías de los países a los que se destinan las exportaciones. Las exportaciones de bienes se han moderado desde el 15,8% al 8,5%, mientras que las de servicios no turísticos crecieron del 4,3% al 7,7% y el gasto de los no residentes en el territorio subió del 4,6% al 9%.

Las importaciones de bienes y servicios, por su parte, pasaron del 6,3% al -1,7%, aunque la caída fue mayor en el caso de los bienes (del 7,3% al -1,1%) que en el caso de los servicios no turísticos (del 3,6% al -3,3%). El gasto de los residentes en el resto del mundo se redujo un 6,9%.

Los sectores crecen menos

Desde la óptica de la oferta, se aprecia un menor crecimiento en todas las ramas de actividad, con la excepción de la construcción. Así, el valor añadido bruto de las ramas energéticas e industriales desacelera su crecimiento desde el 3,9% al 2,8%, mientras que el de los servicios pasa del 1,3% al 1,2% y el de los servicios de no mercado pasa del 0,8% al 0,5%.

En cambio, la construcción redujo más de un punto su contracción, al pasar del -5,4% al -4,1%, aunque continúa siendo la rama del cuadro macreconómico que registra el decrecimiento más intenso. Así, las ramas de mercado que experimentaron un crecimiento más notable fueron las ligadas al turismo, mientras que la actividad comercial, especialmente el comercio minorista, registró un comportamiento menos dinámico.

La caída del empleo se modera

El empleo de la economía, medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, descendió a un ritmo del 1%, cuatro décimas menos que en el primer trimestre del año, lo que supone una reducción neta de 172.000 puestos de trabajo en un año.

Por ramas de actividad, el comportamiento del empleo es "dispar", ya que los servicios de mercado presentan un crecimiento positivo, mientras que las otras ramas de actividad registran crecimientos negativos, más intensos en el caso de la construcción (-10%). Por el contrario, el número de horas efectivamente trabajadas por las personas ocupadas se redujo un 1,7% en el segundo trimestre. La diferencia entra esta evolución y la de los empleos equivalentes a tiempo completo se debe al descenso del 0,7% de la jornada media a tiempo completo.

La productividad cae al 1,7%

La productividad aparente por puesto de trabajo equivalente se se redujo siete décimas, hasta el 1,7%, mientras que el crecimiento de la productividad por hora efectivamente trabajada se aumentó desde el 0,5% al 2,4%.

Por su parte, la remuneración de los asalariados aumentó una décima su contracción, hasta el -0,5%, como consecuencia de la moderación en seis décimas de la remuneración media (hasta el 0,2%), parcialmente compensada por la mejora en cinco décimas de la caída en el número de asalariados (del -1,2% al -0,7%). De esta forma, el coste laboral por unidad de producto se estabilizó en el -1,5%, tres puntos y medio por debajo del deflactor implícito de la economía.

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