La bolsa mundial está viviendo una nueva ronda de pánico, similar al desplome acontecido en las peores etapas de la actual crisis, tras la quiebra de Lehman Brothers. El riesgo a una nueva recesión global y el agravamiento de la crisis de deuda en EEUU y la zona euro están causando una estampida de la renta variable hacia activos refugio, tales como el mercado de bonos, el oro y algunas divisas.
El lunes negro que aconteció ayer se ha cobrado 2,5 billones de dólares en renta variable a nivel global, ampliándose así las pérdidas hasta un total de 7,8 billones desde el pasado 26 de julio.
El desplome de EEUU
La rebaja histórica de la calificación de la deuda soberana de EEUU por parte de Standard & Poor's causó el lunes una auténtica estampida entre los inversores, que se saldó con la sexta peor caída en puntos jamás registrada por el Dow Jones de Industriales, un índice que perdió la simbólica cota de las 11.000 unidades.
El Dow Jones, el índice de referencia de la principal plaza financiera del mundo, se desplomó unos impresionantes 634,76 puntos, el 5,55%, lo que supone su peor retroceso tanto porcentual como por puntos desde el primero de diciembre de 2008. Se trata de la sexta mayor bajada jamás registrada en la historia de ese indicador, que tan solo había restado más unidades en cuatro ocasiones en 2008, en plena crisis, y una vez en 2001, tras los atentados terroristas del 11 de septiembre.
Siete empresas del Dow Jones tuvieron pérdidas mayores a 7 puntos porcentuales, lideradas por Bank of America (-20,10), seguido a su vez por el productor de aluminio Alcoa (-11,45 %), el fabricante de maquinaria pesada Caterpillar (-9,17 %), JP Morgan Chase (-9,12 %), la financiera American Express (-8,81 %), la aseguradora Travelers (-7,63 %) y la petrolera Chevron (-7,29 %).
Más pronunciados fueron los descensos de los otros dos principales índices de Wall Street, el selectivo S&P 500 y el índice compuesto del mercado Nasdaq, que en ambos casos se dejaron más de 6 puntos porcentuales -el 6,66% y 6,9%, respectivamente-, lo que supuso también para ellos la peor jornada desde 2008.
El peor agosto de la historia
En lo que va de aagosto, el S&P 500 ya ha sufrido dos jornadas con caídas superiores al 4% en un día, acumulando el peor inicio en un mes de agosto de la historia, tal y como muestran los gráficos:
El S&P 500 está sufriendo la mayor corrección desde los mínimos alcanzados tras la quiebra de Lehman, cotizando casi un 29% por debajo de los máximos de 2007.
Tal y como señala el analista Marc Garrigasait, la caída de la semana pasada en EEUU es sólo comparable al pánico de octubre 2008, después de la quiebra de Lehman Brothers, en términos de sobreventa o caída exageradamente anormal. Tal sobreventa es incluso superior a la del S&P 500 en los mínimos de marzo 2009.
Porcentaje de acciones con sus precios por encima de su media de 50 sesiones
Así, el pasado jueves un 89% de las acciones del índice S&P 500 estaba una desviación típica por debajo de su media de 50 sesiones, avanzando así la degradación de EEUU.
El contagio al resto de plazas internacionales
El nuevo batacazo de Wall Street, que tuvo lugar después de que el jueves ya fuera su peor día desde diciembre de 2008, cerró un día de caídas generalizadas en los mercados mundiales, en el que quedó más clara que nunca la interconexión de las principales plazas financieras del mundo, informa Efe.
Asia
Así, las primeras en sufrir la decisión de Standard & Poor's fueron las bolsas asiáticas: Shanghái cayó el 3,79%, al tiempo que Seúl perdió el 3,82% y Tokio y Hong Kong se dejaron el 2,17% en ambos casos.
Europa
Pese a que las bolsas europeas comenzaron la jornada al alza, alentadas por la noticia de que el Banco Central Europeo (BCE) estaba comprando deuda pública de España e Italia, los descensos fueron incluso más pronunciados que en las plazas asiáticas: en una jornada de infarto, Fráncfort se desplomó y perdió el 5,02%, París cayó el 4,68%, Londres se dejó el 3,39%, Milán bajó el 2,35% y Madrid retrocedió el 2,44%.
Emergentes y América Latina
Al igual que en el resto del mundo, las bolsas latinoamericanas tuvieron una jornada fatal marcada por las grandes pérdidas: la plaza de Sao Paulo (Brasil), la mayor de la región, perdió un 8,08%, lo que llevó al Ibovespa a 48.668 puntos. Esta puntuación estuvo próxima al límite para la suspensión temporal de cotización y se convirtió en la más baja registrada en Sao Paulo desde el 30 de abril de 2009.
Por su parte, México se contrajo un 5,88%, su caída más pronunciada desde septiembre de 2008. Sin embargo, el peor resultado lo sufrió el corro de Buenos Aires, con un descalabro del 10,73%, con lo que el Merval llegó a 2.738,41 enteros, un nivel que no registraba desde octubre pasado.
Santiago, a su vez, cedió un 6,92%, su peor bajada en los últimos 13 años (6,92%). En la rueda bursátil de Colombia, el retroceso fue de 4,11%. Lima, entre tanto, registró su segunda pérdida más grande en lo que va de 2011, al depreciarse el 7,09%. Por último, el parqué de Montevideo bajó un 0,26%.
Los mercados emergentes tampoco se salvaron del descalabro bursátil. El índice MSCI Emerging Market bajó un -5,3%. Así, por ejemplo, en Rusia el índice Micex se dejó un -5,5%.
Valores refugio
Todo este pánico se tradujo en la huida de los inversores hacia los habituales activos refugio, como los bonos, los metales preciosos y algunas divisas. Así, uno de los principales índices del mercado de bonos, elaborado por Bank of America Merrill Lynch, ha incrementado su valor en 132.400 millones de dólares desde finales de julio, hasta un total de 42,1 billones, su nivel más alto desde 1996. Dicho índice contiene más de 19.000 bonos vendidos por los gobiernos, los bancos y las compañías más grandes del mundo.
El rendimiento que ha registrado el mercado global de bonos regresó al 1% en lo que va de mes y la rentabilidad media del índice de deuda soberana que elabora la entidad bajó hasta el 1,9%, el más reducido desde el pasado noviembre.
Bono estadounidense y oro
En este ámbito, destaca el rendimiento del bono estadounidense a 10 años, que ayer llegó a caer hasta el 2,27%, un nuevo mínimo desde enero de 2009. Asimismo, según los datos de Merrill Lynch, los bonos a 30 años bajaron hasta el 3,6%, su nivel más bajo en 11 meses. De este modo, a pesar de la degradación crediticia de EEUU, los inversores siguen apostando por los bonos estadounidenses como uno de los activos más seguros.
Igualmente, el miedo bursátil se reflejó en un espectacular ascenso del oro. El metal amarillo cerró en los 1.713,2 dólares la onza en la Bolsa Mercantil de Nueva York, lo que supone un récord histórico y la primera vez que termina por encima de los 1.700 dólares. Algo parecido ocurrió en el mercado de Londres, donde el precio de la onza de oro al contado cerró con un precio récord de 1.693 dólares, aunque no consiguió mantenerse por encima de la cota de los 1.700 dólares la onza que sí había superado durante la sesión. Asimismo, el franco suizo ganaba un 2,3% frente al euro y un 1,6% frente al dólar.
La reacción del petróleo fue la contraria ante los riesgos de la economía mundial. El barril Texas cayó el 6,41% para cerrar en 81,31 dólares por barril, su nivel más bajo desde noviembre pasado, mientras que el Brent perdió un 5,2%, hasta las 103 dólares.
La sangría bursátil continúa
Pese a este batacazo, el pánico sigue instalado en los inversores, de modo que la sangría bursátil continúa este miércoles. Las bolsas del Sudeste Asiático volvieron a vivir otra jornada de pérdidas importantes: Indonesia perdió un 2,99%; Malasia descendió un 1,66%; Tailandia un 3,31%; Filipinas bajó un 4,02% y Vietnam un 2,2%.
En Europa, con datos actualizados a media sesión, el DAX 30 de la bolsa de Fráncfort se desplomaba este martes más de un 7% en un entorno de incertidumbre económica y pérdida de confianza de los inversores.
El resto de plazas bursátiles europeas también bajaban, por octava jornada consecutiva, en una sesión de elevadísima volatilidad, aunque mucho menos que Fráncfort: el FTSE de Londres caía alrededor de un 5%, el CAC 40 de París bajaba un 4% y el IBEX 35 de Madrid lo hacía un 3% y Milán un 2%; el índice Euro Stoxx 50, de las empresas más grandes de la zona del euro, bajaba casi un 3,4%. Los mercados de valores europeos presentan la racha bajista más larga desde 2003.
¿Nueva intervención de los bancos centrales?
Los agentes esperan este martes que la Reserva Federal de EEUU (FED) anuncie algún tipo de medida excepcional, como una nueva ronda de estímulo monetario (Quatitative Easing 3), para tratar de frenar las generalizadas caídas bursátiles. Y, de hecho, los rumores acerca de esta posiblidad comenzó a contener las pérdidas bursátiles registradas esta mañana.
Pero, independientemente de la decisión de la FED, la evolución bursátil de los últimos años muestra con claridad la dureza de la actual crisis económica.