Los becarios y los huérfanos son desde este lunes los primeros colectivos que notarán los cambios que recoge la reforma de las pensiones, cuyos efectos más significativos -retraso de la edad de jubilación a los 67 años y aumento del periodo de cálculo de la pensión a 25 años- entrarán en vigor a partir de 2013.
El Ministerio de Trabajo destaca en un comunicado que, con la publicación de la ley en el Boletín Oficial del Estado (BOE), la pensión de orfandad se amplía desde este martes de 18 a 21 años y progresivamente hasta los 25 años en 2015.
La elevación en dos años de la edad legal no se hará de golpe, sino en dos tramos: entre 2013 y 2018, y entre 2019 y 2027.
Mientras que todos los becarios que hayan hecho prácticas en un organismo público o privado en algún momento de su vida podrán cotizar por ellas a la Seguridad Social, si lo desean, hasta un máximo de dos años.
En el primero se sumará un mes por año a la edad de jubilación exigida para cobrar toda la pensión, mientras que en el segundo tramo se añadirán dos meses por cada año.
De esta forma en 2013 sólo se exigirán 65 años, en 2019 serán 65 años y 8 meses, y en 2027 los 67 años.
A quienes hayan nacido a partir de 1948 se verán afectados por el aumento progresivo de la edad de jubilación, mientras que los nacidos en 1960 ya no podrán retirarse antes de los 67, salvo si tienen 38 años y medio cotizados.
El período de cómputo para calcular la pensión también se ampliará de forma gradual a partir de 2013 desde los actuales 15 años a los últimos 25 años de la vida laboral. Un año antes comenzará la integración progresiva durante ocho años de las empleadas del hogar en el Régimen General y subirá del 52 al 60 % la pensión de viudedad para mayores de 65 años.
Lo que no cambia es que se exigirán quince años de cotizaciones para poder acceder al 50 % de una pensión contributiva.