La agencia de calificación Moody's ha colocado la deuda pública de España en Aa2, la tercera más alta, pero con perspectiva negativa por una mayor vulnerabilidad financiera del país a causa de los costes de financiación. La agencia de calificación ha señalado que el recorte de España sería sólo de un escalón.
Esto no quiere decir que rebaje la calificación de la deuda hispana (sólo anuncia que la pone en estudio con previsión más bien pesimista), pero sí lo anticipa. Éste suele ser el paso previo para una decisión final que se anuncia unos días después. Es como una especie de anuncio, para preparar a los mercados y no tomar una decisión de esta importancia sin previo aviso.
Por otro lado, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, considera que no es una buena noticia que Moody's haya puesto en observación negativa a la deuda española. Además, Salgado interpreta que la decisión de la agencia sobre España se sustenta en las comunidades "que dicen que tienen dificultades y que dicen que han encontrado unas cuentas que no están todo lo claras que pensaban". Para la vicepresidenta ese "ruido de estos últimos días no ha beneficiado", lo que ha llevado a Moody's a ver que van a tener dificultades para cumplir el objetivo de déficit.
La noticia llega en un momento especialmente delicado. La semana pasada, especialmente tras la Cumbre de la Eurozona celebrada en Bruselas, se relajó algo la presión alrededor de la deuda pública española. Aunque el Tesoro tuvo que pagar un elevado interés para colocar las emisiones en las dos subastas que realizó, el anuncio del nuevo plan de rescate consiguió que la prima de riesgo cayese hasta el entorno de los 260, tras muchos días por encima de los 300.
Sin embargo, esta semana volvió la tendencia al alza del diferencial entre la deuda española y la alemana: el jueves cerró en el nivel de los 350 puntos. Con la noticia de Moody's es previsible que pueda repetirse otro mal día en los mercados de deuda pública. El nivel de los 300 ya era muy peligroso, pero acercarse a los 400 puntos dejaría a España en una situación límite. Además, el fracaso de las negociaciones en EEUU sobre el techo de deuda en aquel país tampoco servirá para traer más tranquilidad a los mercados.
Desafíos
La agencia también se refiere a los desafíos que plantea al Gobierno, el entorno de crecimiento débil y el deslizamiento continuo de las fiscalidades de las Comunidades Autónomas. Moody's señala en una nota, que es probable que aumenten aún más las presiones sobre España, tras el anuncio del paquete oficial de rescate a Grecia, que ha marcado "un claro cambio en el riesgo para los tenedores de bonos de países con alta carga de la deuda".
Indica, también, que los costes de financiación han estado aumentando desde hace tiempo para el Gobierno español y para muchos emisores de deuda, como los bancos nacionales y los gobiernos regionales.
Moody's ha considerado positivo que el Gobierno central haya tenido éxito en lograr sus objetivos de consolidación a corto plazo, pero ha destacado, no obstante, que continúan las dificultades para tener a largo plazo un presupuesto equilibrado debido al débil crecimiento económico del país y al desequilibrio fiscal de algunos gobiernos regionales y municipales, según recoge Efe.
La titular de Economía atribuyó la decisión de Moody's a la "inestabilidad" en los mercados de deuda soberana, así como a la necesidad de que las decisiones que está adoptando
La agencia también ha destacado el bajo nivel de deuda pública que tiene España en comparación con otros países de la Unión Europea con una calificación mayor, incluso con triple A, y ha dicho que parece que el Gobierno central va camino de cumplir su objetivo de cerrar 2011 con un déficit del 4,8 % del Producto Interior Bruto.