Aquel año alcanzó el 2,622 %. Con este incrementó, la cuota de una hipoteca contratada hace un año por un importe medio de 150.000 euros y un plazo de amortización de 25 años que se revise en agosto, a la que se aplica la tasa del mes anterior, tendrá un coste adicional medio de 58 euros mensuales, es decir, casi 700 anuales.
Para un préstamo de 300.000 con un plazo de amortización de 30 años, el alza mensual superará los 119 euros y más de 1.428 al año. Esto se debe a que la tasa media del euríbor de julio se ha situado en el 2,183 %, una cota muy superior a la que registró el indicador hace un año, cuando fue del 1,373 %.
Así, una vez se aplique el euríbor actual, la cuota de una hipoteca media de 150.000 euros ascenderá a los 649,23 euros al mes, frente a los 591 de hace un año. El euríbor comenzó el mes de julio en una tasa del 2,172 %, una cota que se fue incrementado hasta alcanzar el máximo el día 8, fecha en la que se situó en el 2,201 %.
Días más tarde, el 19 de julio, el euríbor registraba su menor tasa, al llegar al 2,169 %. En el último día de cotización, hoy, el euríbor bajó hasta el 2,178 % desde el 2,183 % que marcó ayer. En la última semana, el indicador ha pasado del 2,193 % al 2,178 % de hoy.
La tasa media de julio, que deberá ser confirmada por el Banco de España previsiblemente el próximo lunes, es también superior a la de junio, el 2,144 %. El mes pasado, el euríbor registraba la primera caída del año, tras finalizar mayo en el 2,147 %; abril, en el 2,086 %; marzo, en el 1,924 %; febrero, en el 1,714 % y enero, en el 1,550 %.
En agosto de 2008, el principal indicador para calcular hipotecas alcanzó la segunda cota mas alta de su historia, el 5,323 %, y provocó aumentos en las cuotas de las hipotecas cercanos a los 900 euros al año.
A partir de ese momento, el indicador emprendió una evolución a la baja que lo situó en marzo de 2010 en el nivel más bajo de sus diez años de historia (1,215 %).
De esta cota se ha ido alejando a medida que los problemas de liquidez en el mercado se atenuaban y, sobre todo, una vez que el Banco Central Europeo (BCE) retomó en 2011 su política monetaria de contención de la inflación.