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El BCE hunde la Bolsa

El anuncio de Trichet ha tenido un efecto devastador. La bolsa pierde un 3,89%, por debajo de los 8.700 puntos, y la prima de riesgo cierra en 398.

El anuncio del Banco Central Europeo de que seguirá comprando sólo deuda irlandesa y portuguesa no ha sentado nada bien a las bolsas europeas que han cerrado este jueves en números rojos. Los analistas atribuyen este movimiento no tanto a lo que ha dicho Jean-Claude Trichet como a lo que no ha dicho: ha sorprendido su mutismo respecto a la deuda española o italiana. El caso es que la rueda de prensa del francés ha convertido una sesión tranquila, que incluso había comenzado con subidas, en la peor jornada del año.

Eso sí, la culpa de la evolución de los mercados no es de Trichet (aunque muchas decisiones del BCE sean cuestionables), sino de la debilidad de la economía occidental. En esta coyuntura, cualquier cosa que se salga del guión de lo previsto puede desatar todo tipo de movimientos en muy poco espacio de tiempo.

En cuanto a la situación económica, los inversores empiezan a dar por descontado que EEUU volverá a caer en recesión (salida de la crisis en W) y no esperan tampoco grandes cosas de la Eurozona. Por eso, están abandonando a toda prisa la renta variable, incluso aunque hay valores con precios muy atractivos. El miedo se ha apoderado de los mercados europeos y será necesaria una toma de medidas mucho más efectiva que las genéricas declaraciones de intenciones sobre la unidad en el Viejo Continente y la defensa del euro efectuadas hasta ahora.

La sesión

De esta manera, la bolsa española ha bajado este jueves un 3,89%- la mayor caída del año- situándose en la cota de los 8.686,50 puntos cerrando, nuevo mínimo anual y nivel desconocido desde comienzos de junio de 2010. El principal índice de la bolsa, el IBEX 35, perdió 351,20 puntos, el 3,89 %, hasta 8.686,50 puntos, nuevo mínimo anual y nivel desconocido desde comienzos de junio de 2010. Las pérdidas acumuladas en este ejercicio ascienden al 11,89 %.

En Europa, con el euro a 1,417 dólares, las principales plazas europeas bajaron: París el 3,9 %; Londres, el 3,43 %; Fráncfort, el 3,4 %, y el índice Euro Stoxx 50, el 3,28 %.

La subida del 0,25 % de Wall Street en la víspera y el notable descenso de la prima de riesgo en la apertura del mercado de deuda, hasta 360 puntos básicos, sentaron las bases de las ganancias de la bolsa nacional, que superaba el nivel de 9.200 puntos con un alza del 2 %. La intervención en Japón para frenar la depreciación del yen también había ayudado a la subida de Tokio esta mañana, el 0,2 %.

Antes de la subasta de deuda española, en la que se colocaron 3.300 millones de euros, la bolsa bajó hasta 9.100 puntos, cota sobre la que se mantuvo hasta después del mediodía a pesar de que se conocían algunos resultados empresariales (Lloyds, Rio Tinto o Munich Re), mal recibidos por los inversores.

La bolsa incurrió en pérdidas mientras regresaban las tensiones al mercado de deuda y aunque se conocía el notable crecimiento del 1,8 % de los pedidos industriales en Alemania. Tras el mantenimiento de los tipos de interés en el Reino Unido en el 0,5 % la bolsa perdía el nivel de 9.000 puntos, que abandonaría definitivamente tras la apertura a la baja de Wall Street.

Aunque las peticiones semanales de subsidios de desempleo en EEUU subieron levemente, de 398.000 a 400.000, la bolsa empezó a dar bandazos tras mantener el BCE los tipos de interés en la zona euro en el 1,5 % y antes de la comparecencia del presidente de esta institución, Jean-Claude Trichet.

Trichet reconoció que el crecimiento económico se estaba frenando, avanzó que celebrará una subasta para prestar inyectar liquidez extraordinaria al sistema durante seis meses y sugirió que podría intervenir comprando deuda, aspecto que confirmaron luego en el mercado, pero no deuda española o italiana, sino portuguesa e irlandesa.

Las pérdidas de Wall Street, la posibilidad de que la Reserva Federal -banco central estadounidense- aplique nuevas medidas y aporte fondos al sistema mediante la compra de deuda para dinamizar la economía y el abandono de soportes -precios que frenan las ventas- por los índices del mercado neoyorquino aumentaron las pérdidas de la Bolsa española.

El retroceso del precio de las materias primas por el menor crecimiento de la economía que sugerían las medidas que aplicarán las autoridades monetarias europea y estadounidenses también afectó a la bolsa. El petróleo Brent bajaba hasta 111 dólares, mientras que el oro subía hasta el récord de 1.680 dólares por el miedo reinante. Al cierre, cuando la caída de Wall Street rozaba el 3 %, la bolsa nacional incrementó su caída, la mayor desde finales de junio de 2010.

Los valores

Todos los grandes valores del mercado español bajaron: Repsol, el 5,71 %; Banco Santander, el 4,43 %; BBVA, el 4,12 %; Iberdrola, el 3,45 %, y Telefónica, el 2,88 %.

La mayor caída del IBEX, en el que bajaron todas sus empresas, correspondió a Mediaset, el 8,32 %, afectada por la multa de Competencia, mientras que IAG perdió el 7,14 %; Técnicas Reunidas, el 6,53 %, y ArcelorMittal, el 6,11 %. Bolsas y Mercados Españoles registró la menor bajada del IBEX, el 1,18 %, seguida de Red Eléctrica, con una bajada del 1,38 %, y de OHL, que cayó el 2,1 %.

En el mercado continuo, donde sólo subieron nueve compañías, destacó el descenso del 10,41 % de Renta Corporación, mientras que Cleop ocupó el lugar opuesto al subir el 10,70 %.

Antes del cierre del mercado de deuda, la rentabilidad de las obligaciones a diez años españolas subía tres centésimas y se situaba en el 6,28%, mientras que la prima de riesgo avanzaba catorce puntos básicos, hasta 399 puntos.

El efectivo negociado fue de 3.666 millones, de los que algo más de 300 fueron intermediados por inversores institucionales.

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