Miguel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, insistía hace tan sólo una semana, tras conocer los resultados a los test de estrés publicados por la European Banking Authority (EBA) que ninguna de las entidades suspendidas necesitaría capital adicional.
A pesar de ello, en tan sólo siete días la CAM ha sido intervenida por el mismo Banco de España para recapitalizarla con la inyección de 2.800 millones de euros mediante la compra de acciones y una línea de crédito de otros 3.000 millones. Posteriormente se abrirá un proceso para adjudicarla al mejor postor.
Mafo es ahora esclavo de sus palabras. "Los test de estrés son un complemento importante, útil, es necesario mostrar a los inversores la realidad del sistema financiero, pero sólo es una parte, es necesario reducir la capacidad del sistema, reforzar las exigencias de capital, mejorar los requerimientos de solvencia, pero considera que son los deberes que ya ha realizado el sistema financiero español y es necesario esperar hasta que todo el proceso de restructuración finalice el 30 de septiembre", señalaba el gobernador durante la rueda de prensa posterior a la presentación de los test de estrés el pasado viernes 15.
Elena Salgado, por su parte, se dejó llevar por el optimismo remarcando que los resultados de las pruebas habían sido "excelentes" y que se trataba de "datos positivos". La ministra de economía vinculó los test de solvencia con las "reformas" que ha llevado a cabo su Gobierno que, insistió, habían sido tomadas "en tiempo récord".