La nueva mayoría conservadora que domina el Parlamento portugués aprobó este viernes con holgura, aunque con toda la oposición en contra, el polémico impuesto al salario que ayudará a cubrir un desvío de 2.000 millones de euros en las cuentas del país.
El gravamen, equivalente a cerca de la mitad de la paga de Navidad de los trabajadores, fue anunciado el mes pasado para garantizar la reducción del déficit fiscal de Portugal exigida por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio del rescate financiero concedido al Estado luso, informa EFE.
Aunque el impuesto aún debe ser debatido en comisión y ser aprobado otra vez en un pleno, la mayoría conservadora se estrenó hoy en la asamblea legislativa con esta primera votación.
La medida salió adelante con los 182 diputados -de un total de 230- que suman el Partido Social Demócrata (PSD, centro derecha) y el Centro Democrático Social (CDS-PP, democristiano). Ambas organizaciones acabaron con seis años de Gobierno del Partido Socialista (PS) al ganar las elecciones anticipadas del pasado 5 de junio.
La decisión del nuevo Ejecutivo luso de aplicar otro impuesto al salario causó un encendido debate en el Parlamento por primera vez desde el cambio de Gobierno, con la oposición de izquierdas en contra de una medida que considera muy lesiva para la clase media.
El ministro de Finanzas, Vítor Gaspar, justificó en la Cámara el nuevo impuesto por la "grave situación financiera" que atraviesa el país, y recordó que esta medida compensará en torno al 50 por ciento del "agujero" encontrado en sus cuentas públicas, de 2.000 millones de euros.
La tasa ideada por los conservadores lusos es equivalente a la mitad de la diferencia entre la paga de Navidad y el salario mínimo, establecido en el país en 485 euros.