Pirámide de Marslow. Los bichos hemos tenido siempre bastante con sobrevivir y reproducirnos. Cubiertas esas necesidades básicas, nos ponemos a pensar, algo que semeja casi siempre a tocarse los granos y rascarse cuando estas desocupado. El orden espontáneo mantenía hasta entonces la higiene y el equilibrio naturalmente, pero el bicho pensante desocupado rasca la piel de su ser individual y de su ser social hasta autoinfligirse llagas e infecciones.
Humberto, gracias por su artículo. Es oportuno que nos recuerden lo obvio, pues a veces nos negamos a verlo. Y además su optimismo está bien fundado. Gracias otra vez.
Libertad y Mercado (valga la redundancia). Que bella conclusión para un artículo publicado en un medio llamado "Libre Mercado".