¿Y por qué no subvencionar una investigación sobre los beneficios cardiovasculares de la jota de Jijona, en los naturales de Almería empadronados en la provincia de Alicante, y el efecto en su cosmovisión de la cultura vlenciana asociada a la dieta mediterránea? Por poner un ejemplo...
FLAMENCO, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD.
Por una vez voy a estar de acuerdo con los sociatas.
Soy flamencólogo y todo lo que se aporte a la cultura
flamenca es poco. El flameco ha dado más a España
que ésta al flamenco.
Hablando un vez con mi amigo Don Manuel Reyes,
mecenas y propietario del tablao EL CORRAL DE LA MORERÍA
(antes Capilla Sixtina del flamenco), me dijo que no recibían
ni una puta subvención del Gobierno.
Todo el auge del flamenco ha sido siempre por la fuerza
telúrica y genética del mismo. Se ha hecho universal y ha sido
proclamado Bien de Interés Cultural y Patrimonio de la Humanidad
(UNESCO dixit) por sus artistas y aficionados. No por lo que hayan
aportado los diferentes Gobiernos de la Nación. Éstos, lo único que
han hecho siempre es aprovecharse de su fuerza y progresión, que
ya es universal, pero siempre sin aportar ni un duro para la creación
y apoyo de cuadros, ballets, eventos, que siempre son acogidos con
gran entusiasmo en todo el mundo.
Más candidatos para la soga al cuello, oiga.
Como aficionado estoy un poco indignado con el hecho de que en LD haya cuatro redactores que quieran asociar todo lo andaluz a corruptelas de las que sacar tajada informativa, olvidando que acaso el 15-20% de sus lectores somos andaluces.
Soy liberal como el que más, español hasta el borderío, partidario del despido libre y de la privatización de la mayoría de servicios públicos, y de la eliminación del 90% de las subvenciones públicas, pero adoro el Flamenco y todo lo que atesora y me revienta que mientras el Real Madrid (por poner una entidad cultural con la que simpatiza las tres cuartas partes de los colaboradores y redactores de LD) gestiona presupuestos donde un tercio proceden de derechos contraidos con empresas que están virtualmente en quiebra y respaldada por poderes públicos o gracias a concesiones urbanísticas interesadamente favorables, un organizador de eventos no pueda recibir 12000 euros por organizar una semana flamenca si se atiene a unos parámetros de promoción cultural.
El uso de verbos como trincar, ridiculizar el uso de dancístico porque el DRAE (que tampoco tiene "palo" como acepción de variante de cante flamenco) no lo admite, entrecomillar "hecho filosófico" ignorando la sexta acepción que el DRAE da al término "filosofía", hacen de este artículo de menos de 30 líneas un despropósito lleno de mala idea sólo explicable por las vacaciones de algún redactor más capaz, o por un antiflamenquismo trasnochado que roza la etnofobia (sic, ¿que pasa?)