Las principales entidades financieras españolas han sido, en gran medida, el destino escogido por el Tesoro para colocar una desmedida emisión de deuda pública para financiar un déficit público descontrolado.
Según la última memoria anual de Santander, BBVA, La Caixa y Banco Financiero y de Ahorros (Bankia), la exposición de estas entidades a la deuda pública española ascendía a 103.800 millones de euros a finales de 2010, sobre un saldo vivo total de 507.000 millones. Dicho de otra forma, la gran banca se queda con unos de cada cinco euros que emite y es muy probable que esa cuantía se haya incrementado durante este año, informa el diario Expansión.
Santander, BBVA, La Caixa y Bankia son también creadores de mercado y están obligados a pujar por al menos un 3% de la deuda que emite el Tesoro para garantizar el éxito de la subasta. Por llevar a cabo esta misión, los creadores del mercado reciben algunas concesiones como el mandato de las emisiones sindicadas, las del fondo de la deuda eléctrica (Fade)o el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob).
La influencia de las entidades española es tal que tanto bancos como cajas poseen un total de 166.748 millones en deuda pública lo que supone el 30% del total de saldo vivo. Pero son los inversores extranjeros (fondos, seguros, bancos, entre otros) los que siguen siendo los prestamistas "por excelencia" del Estado.
En concreto, a 30 de abril de 2011 contaban con un volumen superior a 221.000 millones, es decir, el 40% del total de la deuda española. De entre todos ellos, son los franceses los mayores poseedores ya que representan el 25% del total de extranjeros.