El aún formalmente vicepresidente primero del Gobierno y, sobre todo, candidato socialista a La Moncloa, Alfredo Pérez Rubalcaba, colocó en el punto de mira de sus ataques, no sólo a la derecha, sino también a la gran banca, a los especuladores y los paraísos fiscales.
Entre sus guiños evidentes a los indignados y sus soluciones de izquierdas a la crisis, destacaba una intención de tomar el control de las entidades intervenidas mediante el FROB y de tomar "parte de los beneficios" de la banca, para "crear empleo".
Por este tipo de medidas le pregunta El Mundo a Ángel Ron este domingo en el suplemento Mercados. En concreto, y preguntado por las duras críticas que la clase política está lanzando contra la banca, Ron señala que "en momentos de crisis buscar un chivo expiatorio y atacar los salarios de la banca es relativamente fácil".
También se ha mostrado algo molesto porque se señale al sector financiero español por la falta de concesiones de crédito ya que, como siempre ha dicho el mismo sector, el crédito es su principal negocio. En este sentido, Ron aclara que "la cuestión no es si el crédito crece, sino si hay capacidad para prestar actividades solventes que ofrezcan buenos retornos". Es decir, la eterna ecuación de las deudas: el problema de una deuda abultada no es que sea abultada, sino si el que la contrae puede o no pagarla.
Además, sobre la polémica dación como satisfacción del pago de hipotecas ha recordado que "las medidas para los hipotecados van a tener un efecto muy limitado" porque, precisamente la dación en pago "perjudicaría al 80%" de los hipotecados "porque si ése pasa a ser el estándar, va a haber financiación más escasa y más cara al financiarse porcentajes más bajos".
Sobre la intención de meter la mano en los beneficios de la banca, Ron dice que "poner un impuesto especial a alguien que trabaja en banca y no ponérselo a alguien que gana lo mismo en otro sector, sería algo realmente novedoso". En cambio, sí estima que es justo que las entidades que han sido intervenidas tengan que cumplir mayores compromisos de transparencia y fiscalización de sus cuentas.
También se pronuncia Ángel Ron por los retos que tendrá que asumir el Gobierno que salga de la próxima cita electoral: "La primera tarea del Gobierno tiene que ser seguir reduciendo el déficit y ejecutando las reformas, no hay alternativa". Una idea en la que ha insistido: "es evidente que el reto del Gobierno consiste en reducir el déficit, reformar el mercado laboral y reasignar a los parados de la construcción en otros sectores".
En cuanto a las autonomías señala que "toda fragmentación del mercado es un lastre para la recuperación. Además hay que revisar la sostenibilidad del gasto de las autonomías".