¿Hasta donde puede llegar las miserias de una persona?
Rubalcaba,demuestra que las miserias son infinitas
Espero,deseo y me temo que la mayoria o sea el 99%de la población de España no comienze a llamarle como él quiere que le llamen.Porque sabe que su nombre y apellido esta manchado con ruindades,mentiras y traiciones.Que todo el mundo le llame Rubalcaba y que no caigan en la trampa grotesca y pueril de cuando ZAPADELINCUENTE, comenzó a llamar a la selección nacional,"LA ROJA" ,y casi todos (yo no,me niego a ser tan estupido) comenzarón a llamarles "LA ROJA". ¿Se puede ser más imbecil?
A ver si de una perra vez aprendemos se llama "RUBALCABA",entre otras traiciones,chivato de ETA................
Le noto pesimista D. José. Como decía el cartel electoral, "Hay motivos".
Salud.
Creo que se refiere usted al Sr. Pérez. Y gracias que tras el historial que tiene le pongo "Sr." delante de su primer apellido, que es como nos nombramos todos en España si no hay más cercanía familiar o de otro tipo. Así que Pérez y va que chuta.
Un saludo, Profesor Raga (y con aprecio y respeto ,D. José).
Estimado D. José:
Retórica pregunta la suya, sobre la posible existencia de Socialistas honestos, diligentes y dispuestos a trabajar por la Nación en vez de aprovecharse de ella. Aunque me figuro que usted conoce perfectamente la respuesta, y que como el resto de su artículo, su pregunta es en realidad un desahogo, como lo es también este comentario, me gustaría contestarle y decirle que la respuesta es lisa y llanamente, NO.
No me cabe duda de que en el corazón de cualquier hombre que no sea un desalmado o un sociópata, anidan sentimientos de solidaridad; deseos de ayudar a los débiles y a los más desfavorecidos; de compasión por los que ha sido castigados cruelmente por la fortuna, y de justa indignación por las flagrantes injusticias que vemos cada día en la jungla que habitamos. Es decir, todas esas pulsiones que supuestamente constituyen el ideario socialista o Cristiano, si lo prefieren -que en el fondo, deberían ser lo mismo-.
Pero puede estar seguro de que ninguno de los que además de albergar esos sentimientos deciden ponerse en acción, e intentan aportar su granito de arena en hacer un mundo mejor, se afilia a un partido como el PSOE y si me apura, le diría que ni a ese ni a ningún otro.
Haberlos haylos y andan por ahí entre nosotros intentando aportar su contribución en la medida de sus posibilidades. Pero desde luego, lejos de la Política, o al menos, fuera de la categoría de infantería de a pie. Por poner un ejemplo de entre los muchísimos que podríamos encontrar, me viene a la memoria el comentario del toro día de un “Profe de Mates”, que frente al colapso general de la Educación, afirmaba que él seguiría cumpliendo con su obligación “haciendo las cosas bien, pese a quien pese. Por mi propio orgullo”.
Aparte de acéfalos y descerebrados irrecuperables -que de todo hay en la viña del Señor-, ese tipo de personas, los socialistas reales, no andan en malas compañías, y si alguna vez lo hicieron llevados por el idealismo y la inexperiencia de la juventud, rápidamente se percataron de lo que había de realidad detrás de esas organizaciones de poder que son los partidos; salieron escaldados de la experiencia y un poco más sabios y conocedores de la naturaleza humana de lo que entraron. Ejemplos de lo que digo, todos los que quieran, incluyendo algunos destacados colaboradores de este digital.
La respuesta de a la pregunta de porqué las cosas son así, hay que buscarla en la Teoría de Sistemas, y desde luego no es este el momento ni dispongo del tiempo para extenderme en la cuestión. Solo señalar que en su diseño actual, el sistema político solo sirve para atraer a una parte del “lumpen” social que podríamos denominar “de guante blanco“.
Como he señalado en más de una ocasión, el panorama político actual es poco más que un refugio para que de los más tontos de la clase, encuentren en ella la única forma de medrar a puestos que ni por méritos propios, ni por capacidad podrían alcanzar jamás.
No me sirve que salgan algunos alegando que hay excepciones, que no todos son iguales y que bla, bla, bla, porque a las pruebas me remito y desde luego, creo que esto solo podrá tener solución y saldremos de la dinámica diabólica en que nos hallamos inmersos, el día en que seamos capaces de crear un mecanismo radicalmente nuevo. Mientras tanto, la máquina simplemente seguirá cumpliendo con el cometido para el que fue diseñada: la producción de basura.