La nueva directora gerente del FMI, Christine Lagarde, dijo hoy que sus principales preocupaciones en este cargo son los problemas de deuda soberana en Europa y el enorme flujo de capital hacia los países emergentes.
"Los asuntos urgentes a los que tenemos que prestar atención tienen que ver con la deuda soberana", afirmó Lagarde en su primera rueda de prensa como responsable del FMI y añadió que, como es bien sabido, el problema se centra sobre todo en Europa y más concretamente en Grecia.
El segundo asunto que más le preocupa, según explicó, es el masivo desembarco de flujos de capital hacia los mercados emergentes, que está creando presiones inflacionarias en distintos países.
Con respecto a Grecia, la primera mujer en dirigir el poderoso organismo multilateral anunció que el viernes 8 de julio se reunirá el Consejo de la institución para estudiar la nueva ronda de ayuda a Grecia.
El pasado fin de semana los países de la zona euro liberaron un paquete de ayuda de 12.000 millones de euros para asistir de forma inmediata a Grecia, de los que unos 3.300 millones deberán ser autorizados por el FMI, posiblemente el viernes.
En su primer encuentro con la prensa desde que accedió ayer al cargo, Lagarde se refirió a las desavenencias políticas que hay en Grecia e instó a la clase política a "inspirarse en las valientes decisiones que se han tomado en Irlanda y Portugal".
"A veces hay que dejar de lado intereses individuales, por el bien del país, como ha ocurrido en Irlanda y Portugal", apuntó.
En su encuentro con la prensa, evitó en todo momento valoraciones sobre el proceso judicial al que se enfrenta su predecesor, el también francés Dominique Strauss-Kahn, acusado de violación de una empleada de un hotel, aunque sí valoró las reformas que ha llevado a cabo en la institución.
Lagarde indicó, por otra parte, que la economía global sigue recuperándose pero destacó que es un proceso "desigual" con un ritmo mucho más rápido en los países emergentes que en los avanzados.
Aseguró que como responsable del Fondo impulsará una visión integral, que incluya "criterios estándar" a la hora de analizar la economía pero que tenga también en cuenta otras variables como el empleo o problemas de tipos social.
"El empleo es un asunto clave", afirmó Lagarde, quien señaló que el trabajo es "crítico" para que haya una buena "química social".
Insistió, por lo demás, en la necesidad de "seguir mejorando la legitimidad del Fondo", y dijo que se asegurará de completar la reforma que da más voz y peso a los emergentes en el organismo.
Afirmó, por lo demás, que impulsará la diversidad en el seno del FMI, y no sólo de género, y dijo creer que la institución puede beneficiarse de distintos puntos de vista.