Las críticas hacia la banca y, cómo no, los mensajes referidos al Partido Popular. El candidato Alfredo Pérez Rubalcaba, que sigue ostentando todavía el máximo poder en el Ejecutivo socialista, empieza a desgranar cuál será su estrategia de aquí a la cita con las urnas.
Y sus ataques hacia el mundo de la banca dan una idea del perfil de indignado del que va a intentar impregnar sus intervenciones. "Ya sabemos que los bancos tienen necesidad de cobrar las hipotecas, pero no pueden hacerlo a coste cero, a costa de la gente", afirmó, en relación a las medidas de protección para las "víctimas" de ejecuciones hipotecarias.
Rubalcaba se expresó en estos términos en una reunión que mantuvo este sábado en la madrileña sede socialista de la calle Ferraz con los secretarios generales provinciales e insulares del partido, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, y el secretario de Organización, Marcelino Iglesias.
Ante las quejas de varias entidades bancarias por el paquete de medidas aprobado en el Consejo de Ministros, Rubalcaba les preguntó: "¿Por qué dieron esas hipotecas?" y "¿quién tiene más responsabilidad, quien la pide o quien la concede?". Extremo éste que utilizó para cuestionar a los directores de sucursales que, espetó, "cobraron porcentajes por unas hipotecas que sabían que estaban en el límite o que eran imposibles de pagar".
"Ahora todos nos hacemos de cruces porque hay hipotecas que se dieron y la pregunta es ¿y los bancos que la dieron? (...) ¿Ahí no hay ninguna responsabilidad, es que ellos no tienen nada que decir?", remachó, según recoge la agencia EFE.
Desde su punto de vista, los bancos no pueden alegar que la gente firmó hipotecas que sabían que no podían pagar, porque se le puede preguntar: "¿Por qué las dio usted si sabía que no las podían pagar?".
El Consejo de Ministros aprobó un paquete de medidas de protección para las víctimas de ejecuciones hipotecarias, entre ellas subir a casi mil euros la parte del sueldo blindado ante embargos y aumentar al 60 por ciento del valor de tasación el precio mínimo de un inmueble subastado.