El Parlamento griego afronta este martes una votación trascendental: la aprobación, o rechazo, del plan de ajuste, de cuya aprobación depende la recepción de las ayudas. No es seguro que el plan de austeridad salga adelante –depende de tres votos-, y ante esta situación la Unión Europea está trabajando ya en un plan alternativo para evitar la quiebra del país.
Tres fuentes de la zona euro han hablado a la agencia Reuters de la existencia de ese plan B. El objetivo es garantizar que Grecia reciba la liquidez que necesita para afrontar sus próximos pagos y evitar, de un lado, la quiebra del país y, de otro, que la situación se extienda a otros países periféricos y al sistema bancario europeo.
Los funcionarios consultados por Reuters han apuntado a "planes activos" para intervenir en caso de que el programa de ajuste no salga adelante y a la existencia de "cierto pensamiento sobre un plan de contingencia por algún tiempo, durante varias semanas". "No puedes permitirte no pensar en lo que podría ocurrir", apuntan desde Bruselas.
La agencia no detalla en qué consistiría ese plan. Sólo indica que la posibilidad de un préstamo puente "ahora ha sido descartada", aunque se discutió sobre ella en Luxemburgo antes la reunión de los miembros de la Eurozona.