Cuando hace unos meses el Gobierno anunció la reducción del límite de velocidad a 110 km/h, Zapatero aseguró que las razones de la polémica medida, además de para ahorrar, eran salvar vidas y contaminar menos. Rubalcaba la justificó aduciendo razones de puro ahorro en un momento de crisis energética.
Ayer, cuando el mismo vicepresidente anunció en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros que la medida quedaba derogada y que se volvía a la limitación original de 120 km/h, dijo que el motivo por el que se aprobó era únicamente por el ahorro. Además, anunció que que la impopular medida se eliminaba tras cuatro meses en los que el Gobierno consiguió ahorra 450 millones de euros, la mitad de lo prometido.
El ministro de Fomento, José Blanco, ha asegurado este sábado que la vuelta al límite de 120 kilómetros por hora en autovías y autopistas a partir del próximo 1 de julio se debe a que las "condiciones de hoy no son las que concurrían cuando se tomó la decisión" -de poner el máximo de velocidad en 110 kilómetros por hora- en una medida que, cree, "conecta con el sentimiento mayoritario del país".
En declaraciones a los medios tras la presentación de una nueva base estratégica de Salvamento Marítimo en Fene (La Coruña) y de nuevos medios de rescate en la ciudad herculina, Blanco ha subrayado que "cuando se tomó la decisión de reducir la velocidad a 110, se tomó hasta el 30 de junio, y el 30 de junio es la próxima semana, y lo que ha decidido el Gobierno es no prorrogar esa medida excepcional".
Así, a preguntas de los periodistas sobre si ha habido discrepancias en el Gobierno a la hora de tomar esta decisión, Blanco ha remarcado que "el Consejo de Ministros es un órgano de debate y por tanto los ministros expresan su opinión y luego se conforma una decisión".
"Al Consejo de Ministros no vamos los ministros a decir sí, amén, y por tanto es normal que cada ministro exprese su opinión", ha sentenciado Blanco, a lo que ha añadido que "de lo contrario no tendrían sentido" estas reuniones, ya que "podía el presidente tomar todas las decisiones y no convocarlos". "Es un órgano deliberante y de debate", ha reiterado el ministro de Fomento, sobre la posible disparidad de opiniones entre los miembros del Ejecutivo central.
De este modo, José Blanco ha hecho hincapié en que la vuelta al límite de 120 kilómetros por hora "es una decisión decisiva que conecta con el sentimiento mayoritario de los ciudadanos de nuestro país", por lo que ha abogado por finalizar "una medida transitoria", según ha dicho, "al no concurrir las expectativas negativas que se tenían en relación con la escalada de precios de petróleo".