Artur Mas, ha afirmado que el nuevo "clima de colaboración" entre CiU y el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, visualizado ayer al votarse la reforma de la negociación colectiva, puede permitir a Cataluña avanzar en traspasos de competencias y en la gestión aeroportuaria.
En declaraciones a Catalunya Ràdio recogidas por Efe, Mas ha evitado presentar la negociación de ayer entre CiU y el PSOE como una "subasta" para arrancar concesiones a los socialistas a cambio de la abstención de la federación nacionalista.
No obstante, ha reconocido que "en las próximas semanas" Cataluña "probablemente conseguirá algunos éxitos" en temas de traspasos o de "convenios que hay que firmar y que tienen dotaciones económicas para hacer políticas que tocan temas de bienestar social".
La otra negociación bilateral abierta, en la que más empeño está poniendo el gobierno catalán, es la gestión de los aeropuertos de El Prat, Reus, Girona y Sabadell.
Mas ha asegurado que su Gobierno está "apretando mucho" para lograr un acuerdo para antes de final de año, que implique conceder a las instituciones catalanas una posición "muy decisiva" en la gestión.
Todas estas negociaciones bilaterales pueden verse desbloqueadas gracias a la nueva dinámica de entendimiento que empezó a gestarse este miércoles: "Si se crea un clima de colaboración entre dos gobiernos, las cosas van mejor".
Mas ha reconocido que CiU, gracias a su abstención, "ayudó a aguantar" al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, que "estuvo a punto de caer", porque parecía que los socialistas iban a perder la votación de la negociación colectiva: "Estuvieron al límite", ha asegurado.
Sin embargo, si el PNV apoyaba la tramitación de la reforma, CiU no ganaba intentando "derribar" a solas el Gobierno, porque carecía de la fuerza suficiente para "acabar de rematar" la legislatura.
Según Mas, "de este Gobierno español se puede esperar muy poca cosa" ya que "está contra las cuerdas", con un presidente que "está archivado desde un punto de vista político, porque no será candidato del PSOE" en las próximas elecciones generales", y con un número dos que sí será el candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, reacio a hacer movimientos o reformas que puedan restarle popularidad.
Ratifica a Puig
Además, Mas ha ratificado al consejero de Interior, Felip Puig, y dice que "no habrá cambios" y que está satisfecho con su gestión del movimiento 15M, tal y como recoge Europa Press. Mas ha hablado el mismo día en que Puig comparece en el Parlament para dar explicaciones sobre el operativo policial por los altercados en el en torno del Parc de la Ciutadella y por los desalojos de los 'acampados' de la plaza Cataluña.
"Defiendo las tres actuaciones. Si no estoy contento tendría que hacer cambios y no habrá la actuación policial, alegando que es la única que puede utilizar la fuerza en caso de necesidad: "Delegamos el uso de la fuerza en la policía democrática. Su actuación estéticamente no es bonita, pero la alternativa es que haya un caso total, que nos gustará mucho menos".
Pese a admitir que pueden cometer algún exceso, ha negado que sucediera en los recientes episodios, y hasta ha destacado que se les tendría que "agradecer" que se dediquen a esta profesión.
Mas, que tuvo que acceder al Parc de la Ciutadella en helicóptero junto a la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, ha explicado que fue la única opción que tenía porque intentó durante 45 minutos acceder por diferentes entradas y no pudo porque, les dieron patadas al coche, les rompieron un retrovisor y les intentaron abrir las puertas.
Y es que, ha reiterado, que su voluntad era estar en la Cámara catalana a la hora en que empezaba el pleno: "Si no podía ir al Parlament significa que estaba secuestrado. Había dos personas que a las 10 horas teníamos que estar al Parlament petara lo que petara".
Además, ha resaltado que lo repetiría en caso necesario porque, a su juicio, ir en helicóptero era el "mal menor". También ha lanzado un mensaje a los 'indignados', destacando que tiene muchas vías para acercarse y canalizar sus propuestas al Parlament, además de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP).
Sin embargo, ha justificado la posibilidad de que puedan rechazar una ILP porque el Parlament, escogido por los ciudadanos, es quien debe "escoger y filtrar" las iniciativas a debatir.