Europa está paralizada y sin crédito en los mercados internacionales, y España se va de vacaciones sin que la casta política sea capaz de anunciar lo único que puede salvarnos: un Pacto Nacional entre el PSOE y el PP. Peor aún, quien hace este tipo de propuesta, sin duda alguna, es repudiado por loco o por estar fuera de la realidad. Puede ser, pero lo cierto es que Europa ya no es la solución para España, porque las instituciones europeas han dado un grito sencillo: "Sálvese quien pueda". A eso se dedican, en efecto, los europeos, mientras que en España todo parece que seguirá igual. Al borde del precipicio.
Todo es abismático en nuestro país, excepto el sentido común de algunos españoles que les lleva a buscarse la vida lejos de España. La situación económica es trágica, pero los grandes partidos políticos no se atreven a explicarla a los ciudadanos por miedo a ser rechazados. Es cierto que la estrategia de ajuste fiscal definida por el Gobierno, en el último año y medio, coincide con los criterios de racionalidad indicados por la UE; y también es un alivio saber que las comunidades autónomas que regirá el PP se guiarán por criterios de recortes y austeridad. Pero, en mi opinión, ninguna de esas políticas llegará muy lejos si no se ponen de acuerdo los dos grandes partidos en un plan programa de Actuación Nacional al margen de los intereses partidarios.
El pacto, hoy por hoy, es casi imposible, entre otros motivos por los tirados en la calle del 15-M. Los unos sólo se preocupan de esperar el poder, el PP; y los otros, el PSOE, tienen como máximo objetivo incendiarle el suelo a Rajoy para que apenas pueda tomar una medida decisiva para que este país salga del pozo. La situación para España es crítica, porque tanto la deuda soberana, es decir, la del Reino de España, como la deuda nacional, en general, no sólo es alta –comparada con la de Francia e Italia salimos ganando–, sino que no sabemos cómo podemos pagarla en el futuro inmediato. He ahí el gran problema: ¿Cómo podemos pagar la deuda? Sí, sí, yo no veo ¿cómo puede España hacer frente a una deuda cercana al 140% del PIB, y con una deuda soberana del 61%, con un 20% de desempleados y sin un plan sensato de crecimiento?
Sólo hay una solución: producir más, reducir los costes, gastar menos y ahorrar. O sea se requiere un Gran Plan de Estabilidad del que huyen como de la peste el PSOE y el PP. Explicar ese plan a los ciudadanos, según ellos, les harían perder votos. Vale.